Desde hace siglos, los gatos siempre fueron mascotas rodeadas de misterios y curiosidades. Entre las conductas más llamativas está su marcado rechazo al agua, una reacción que sorprende tanto a quienes conviven con ellos como a los investigadores científicos.
¿Por qué los gatos evitan el agua? La ciencia reveló la verdadera causa de este comportamiento
Una investigación explicó que el desagrado de nuestras mascotas al baño es una conducta ligada a la evolución, su supervivencia y adaptación al ambiente.
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Su instinto y cuidado natural hacen que los gatos eviten el baño, ya que el agua altera su olor y les genera estrés innecesario.
Solo hay que intentar acercarlos a una bañera o mojarles el pelaje para que aparezcan arañazos, saltos inesperados o huidas. Durante mucho tiempo se creyó que este comportamiento estaba asociado al miedo, pero los especialistas demostraron que la verdadera razón se esconde en su historia evolutiva y en cómo estos felinos aprendieron a sobrevivir en entornos donde el agua era un recurso escaso.
Más que miedo: ¿por qué a los gatos no les gusta mojarse?
Lejos de ser una cuestión de miedo, el rechazo de estas mascotas al agua responde a un legado ancestral. Los felinos domésticos que conocemos hoy descienden del gato montés africano (Felis silvestris lybica), un animal que habitaba en regiones áridas de Egipto hasta Irán, donde las lluvias eran mínimas y la vida acuática prácticamente inexistente. Esa falta de contacto con ríos, lagos o precipitaciones hizo que su organismo y conducta nunca desarrollaran una relación natural con este recurso, a diferencia de otras especies.
La especialista en comportamiento animal Kristyn Vitale, de Maueyes Cat Science and Education, explicó en la revista "Popular Science" que esta tendencia está marcada por la evolución y no puede generalizarse, ya que algunas razas o individuos pueden sentirse más cómodos con el agua, aunque la mayoría la evita.
Además, hay un factor de aprendizaje temprano. Mientras que los perros suelen tener contacto con el agua desde cachorros, los gatos rara vez viven experiencias positivas con ella en sus primeros meses de vida. No necesitan baños frecuentes porque cuentan con una lengua áspera que funciona como herramienta de higiene natural.
Es por esto que, cuando los dueños intentan bañarlos, muchas veces de manera forzada, los felinos asocian este momento con una experiencia negativa y prefieren no volver a repetirla.
Otra clave es el sentido del olfato. Los productos de limpieza, como jabones, alteran su aroma, algo que los incomoda. “Los gatos se sienten seguros cuando pueden olerse a sí mismos. Si se enmascara su olor, pueden experimentar malestar y ansiedad”, señaló la especialista.
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