6 de septiembre 2025 - 09:00

Qué significa evitar decir ciertas palabras, según la psicología

La costumbre de esquivar expresiones o cifras revela ciertos miedos, recuerdos y hasta creencias que impactan en la vida cotidiana.

La psicología explicó porque es que hay personas que evitan decir ciertas palabras.

La psicología explicó porque es que hay personas que evitan decir ciertas palabras.

Hay quienes cambian de tema, buscan sinónimos o directamente hacen silencio para no pronunciar una palabra incómoda. Pero lo que de verdad es curioso es que, aunque pueda parecer una rareza, este hábito es mucho más profundo de lo que pensamos.

La psicología estudia este fenómeno y lo relaciona tanto con experiencias personales como con factores culturales. En algunos casos, se trata de simples supersticiones, pero en otros puede estar vinculado con la ansiedad o con recuerdos que siguen generando malestar.

personas hablando en la calle

¿Por qué hay personas que evitan decir ciertas palabras?

Los especialistas explican que, en muchos casos, el motivo detrás de esta conducta está en lo emocional. Cuando un término o un número recuerda un hecho doloroso, la persona puede intentar evitarlo como una forma de reducir el impacto de esa memoria. Por ejemplo, alguien que atravesó una pérdida en una fecha específica podría evitar ese número al sentirlo cargado de tristeza.

El psicólogo Donald Saucier, de la Universidad Estatal de Kansas, explica que las supersticiones funcionan como una especie de estrategia para enfrentar la incertidumbre. Es lo que ocurre con quienes esquivan el número 13, el 666 o ciertas expresiones que perciben como “malas señales”.

Desde otra perspectiva, la psicóloga mexicana Mariana Salinas tiene la teoría de que estas acciones están ligadas a la ansiedad. Esta reacción se conoce como evitación emocional, una forma de huir de estímulos que generan incomodidad o angustia. En situaciones leves, este hábito no pasa de ser una costumbre curiosa.

Pero cuando la evitación afecta seriamente la vida diaria, puede ser un signo de algo más complejo, como el Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT) o el Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC). En estos casos, el miedo hacia determinadas palabras o cifras no tiene sustento lógico, pero es lo suficientemente intenso como para condicionar rutinas y relaciones.

Los expertos coinciden en que la terapia cognitivo-conductual es la herramienta más eficaz para trabajar estas dificultades. Esta técnica ayuda a cuestionar las creencias irracionales y a exponerse, de manera gradual y controlada, a lo que genera ansiedad, reduciendo su impacto con el tiempo.

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