Las plantas no solo embellecen los espacios, también purifican el aire, transmiten calma y pueden cambiar la energía de cualquier ambiente. Por eso actualmente está creciendo constantemente la tendencia de buscar recursos simples y caseros para mejorar su salud sin tener recurrir a productos industriales.
¿Querés cuidar mejor tus plantas? Con este truco podes reciclar los corchos y ayudar a tu jardín
Este consejo casero transforma los tapones de vino en instrumentos para mejorar el suelo y favorecer el crecimiento vegetal.
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Los corchos son mucho más beneficiosos de lo que pensabas.
Entre esas alternativas hay un elemento muy cotidiano que suele tirarse siempre a la basura, los corchos de las botellas. Simplemente con un uso sencillo y práctico, este material puede generar muchos beneficios importantes a las macetas y al jardín.
Así podés reciclar corchos y ayudar a tus plantas
El truco es muy fácil, solo tenés que colocar los corchos de vino en el fondo de la maceta para mejorar la aireación y el drenaje del sustrato. La textura del corcho favorece la circulación del aire entre las partículas de tierra y crea una microventilación que oxigena las raíces.
También se pueden poner pedacitos de corcho mezclados con la tierra o como una especie de capa superior. Esta práctica ayuda a que el sustrato no se compacte y mantenga su ligereza, algo que es muy importante en macetas pequeñas donde el espacio es reducido.
Para lograr el mejor resultado, la especialista María Ferrarotto recomienda pasar la planta a un contenedor con orificios en la base y los laterales. Ahí ya podes poner varios corchos en la parte inferior antes de sumarle el sustrato y colocar la planta.
Los beneficios del corcho en las plantas
El corcho actúa como una esponja natural que absorbe y libera humedad de forma gradual. Esto evita encharcamientos que provocan hongos o pudrición radicular y al mismo tiempo previene la sequedad extrema que debilita las raíces.
Su resistencia también es una gran ventaja ya que, al no degradarse rápido, mantiene estable la estructura del suelo por más tiempo. Esto favorece la respiración radicular y el crecimiento sano de las plantas. Además, el corcho ayuda a regular la temperatura en la base de la maceta, protegiendo las raíces en días muy calurosos o fríos. Si bien uno puede pensar que es basura, en realidad ofrece un entorno más equilibrado y natural para el desarrollo vegetal.
Esta técnica es muy económica, ecológica y lo mejor es que transforma un desecho en un aliado del jardín.
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