En el pleno corazón de Belgrano, donde las calles combinan historia y modernidad, ha emergido un rincón que ha cautivado no sólo por el futurismo y temática vibrante de su ambientación, sino también por una oferta que transporta a los comensales a la riqueza culinaria de Japón: Sachi. Este lugar, con su propuesta audaz, destaca como un faro de creatividad que explora la audacia de los sabores y originales combinaciones.
Un viaje a Japón directo desde el corazón de Belgrano
Un restaurante que es fiel a la gastronomía japonesa, tanto en su cocina como en el entorno y la ambientación. Su carta invita a un recorrido por los sabores y texturas de la cultura, ofreciendo creativas alternativas de menú y bebidas.
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Las verdaderas estrellas del menú son los handrolls.
El local, que domina una esquina completa, se presenta a través de sus paredes vidriadas y techos altos que abrazan la luz natural. Los vibrantes colores fucsia y naranja se despliegan como una invitación a sumergirse en un sitio donde la tradición japonesa y la estética futurista se armonizan a la perfección. En el exterior, un kiosko naranja para el take away es el punto de encuentro para quienes prefieran llevar una porción de esta experiencia singular.
Adentro, quienes lo visitan son recibidos por un espacio en el que se enlazan la novedad y la calidez. Una barra imponente, iluminada con luces LED, se convierte en el epicentro de Sachi. Allí, los cocineros despliegan sus destrezas a la vista de todos, mostrando la pesca del día y cada una de las piezas que componen la carta.
La propuesta gastronómica de Sachi, diseñada por Marcos Meincke y el chef ejecutivo Carlos Malla, está enfocada en la excelencia de la materia prima, sabores audaces y combinaciones que tientan. El menú gira en torno al pescado fresco de temporada, proveniente de la costa argentina, lo que permite cambiar constantemente para adaptarse a lo mejor que ofrece el mar.
Una carta amplia y cautivadora
En el recorrido por el menú aparecen las verdaderas estrellas: los handrolls. Este apartado, que resalta por su creatividad y frescura, exhibe alternativas como el de trucha con manteca de ajo y aceite de trufa; el de mango con teriyaki y el de hojas de shiso y chili garlic. También se sugiere probar piezas hechas con la pesca del día, como el de jalapeño, aceite de sésamo y cilantro; el de champiñones con manteca de ajo, reducción de soja y ciboulette; o el de palta, limón y aceite de sésamo. Asimismo, han dedicado una sección especial a los Especiales del chef, con piezas únicas, como el de mollejas confitadas con salsa de berenjena ahumada y sésamo; el de langostinos en panko con tártara y el de tartar de wagyu en yema curada, palta y lima.
Para acompañar todos sus sabores, presentan una selección de bebidas que incluye sake, vinos tintos, blancos y espumantes, cervezas artesanales y jugos del día, mientras que el final de la velada está marcado por los mochis, un postre tradicional japonés hecho con harina de arroz glutinoso y relleno de helado. Los sabores disponibles abarcan desde clásicos, como frutilla y chocolate, hasta otros más atrevidos como matcha o Baileys.
En resumen, Sachi no es sólo un restaurante, es un rincón de tradición japonesa que se mezcla con la modernidad porteña, lo que permite ofrecer un viaje directo al corazón del Japón sin salir de la ciudad. Para todos los que quieran visitar y tener una gran experiencia, la dirección es: Franklin D. Roosevelt 1702, Belgrano.
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