Aung San Suu Kyi fue condenada este lunes en Birmania a cuatro años de prisión por incitar al desorden público e incumplir las restricciones anticovid, la primera sentencia de una serie de procesos que amenazan con décadas de cárcel a la depuesta líder.
Birmania: la junta militar condenó a Suu Kyi y crece el repudio internacional
La depuesta líder fue sentenciada a cuatro años de prisión en el primero de una lista de procesos en su contra. La comunidad internacional y las ONG lo denuncian como una forma más de represión del gobierno de facto.
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La Nobel de la Paz, de 76 años, se encuentra detenida desde que los militares depusieron su gobierno el 1 de febrero, poniendo fin a un breve período de democracia en Birmania.
Desde entonces, la junta estableció una serie de acusaciones contra ella, incluyendo violación de la ley de secretos oficiales, corrupción y fraude electoral.
Varios expertos denuncian que este es un proceso político para neutralizar a la líder que resultó ganadora de las elecciones en 2015 y 2020.
El lunes Suu Kyi "fue sentenciada a dos años de prisión bajo la sección 505(b) y dos años de prisión bajo la ley de desastres naturales", dijo a la AFP Zaw Min Tun, portavoz de la junta militar que gobierna el país.
El expresidente Win Myint también fue condenado a cuatro años por los mismos cargos, indicó el portavoz, quien aclaró que aún no serán llevados a prisión.
"Enfrentarán otros cargos en los lugares donde permanecen ahora", en la capital Naipyidó, agregó sin dar más detalles.
Los cargos por incitación están relacionados con las declaraciones de su partido, la Liga Nacional por la Democracia (LND), condenando el golpe de Estado poco después de que los militares tomaran el poder.
Las acusaciones relacionadas con la pandemia conciernen a las elecciones del año pasado, en las cuales arrasó el partido de Suu Kyi, pero los detalles no están claros, ya que el gobierno impone una orden de silencio en los procesos judiciales.
Los periodistas no tienen acceso al tribunal especial en la capital birmana y los abogados de Suu Kyi tienen prohibido hablar con la prensa.
En las últimas semanas, otros miembros de la LND fueron condenados a duras penas de cárcel.
Un exministro fue sentenciado este mes a 75 años de prisión y un allegado de Suu Kyi deberá pasar 20 años en la cárcel.
"La condena de Aung San Suu Kyi es otro intento atroz del régimen militar birmano de reprimir a la oposición y suprimir la libertad y la democracia", afirmó la ministra de Relaciones Exteriores de Reino Unido, Liz Truss, en un comunicado.
La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, denunció que fue condenada "en un juicio amañado con un procedimiento secreto ante un tribunal controlado por militares" por motivos políticos.
La sentencia además de privar de libertad a Suu Kyi "cierra una puerta al diálogo político", agregó.
La sentencia fue condenada por la organización Amnistía Internacional, que denunció un intento de la junta de "asfixiar las libertades" con el encarcelamiento.
Más de 1.300 personas han muerto y más de 10.000 han sido detenidas en la represión de los disidentes desde el golpe, según un grupo local de monitoreo.
Los militares que han gobernado durante décadas en Birmania defendieron el golpe de Estado afirmándose en denuncias de fraude en las elecciones del año pasado.
La presión internacional para que la junta militar restaure la democracia no parece afectar a los generales y la violenta represión contra las protestas sigue azotando al país.
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