24 de abril 2020 - 00:01

Brasil: advierten que las muertes por Covid-19 serían muchas más que las admitidas oficialmente

Pese al agravamiento de la emergencia sanitaria, el presidente logró que el debate gire más en torno a la polémica por la reapertura de la economía y a cuestiones políticas. ¿Un germen golpista?

Imágenes desoladoras en Manaos, donde los hospitales y las funerarias colapsaron ante la cantidad de muertos por Covid-19.

Imágenes desoladoras en Manaos, donde los hospitales y las funerarias colapsaron ante la cantidad de muertos por Covid-19.

Las señales de alerta sobre una extensión mucho mayor de lo que se reconoce del Covid-19 se multiplican en todo Brasil. Primero fue en el estado de Minas Gerais, donde las funerarias comenzaron a recibir una cantidad inusual de muertos, cuyos certificados de defunción declaraban inespecíficas “enfermedades respiratorias”. Luego se supo que San Pablo, el estado más rico y populoso, debió contratar de emergencia 220 para dar cuenta de un aumento del 45% de la cantidad de cadáveres que llegaban a sus cementerios, con y sin diagnóstico del nuevo coronavirus. Esta semana, el dramático colapso de los hospitales de Manaos (amazonas) y la disposición de los cuerpos en fosas comunes. Finalmente llegan datos del propio Ministerio de Salud que indican que la cantidad de decesos efectivamente atribuibles al virus que tiene al mundo en vilo podría duplicar la admitida oficialmente.

De acuerdo con un artículo publicado ayer por el diario O Globo, hasta el último lunes, se contabilizaron 2.771 fallecimientos por síndromes respiratorios no identificados, más que los 2.575 atribuidos al SARS-CoV-19.

“Las muertes son clasificadas como no identificadas cuando, tras la realización de los exámenes de laboratorio para detectar el tipo de virus, el resultado da negativo para todos los virus testeados. De acuerdo con el Ministerio de Salud, también entran en esa contabilidad de virus no identificados casos en que los tests no son procesados debido a la calidad o la demora en el envío de la muestra, por ejemplo”, dijo el tradicional diario de Río de Janeiro.

Si bien el fenómeno no es privativo de este año, continúa el artículo, “lo que llama la atención en 2020 es el volumen de personas que terminaron hospitalizadas por problemas respiratorios”, exactamente 55.980 entre enero y el lunes último, contra 12.019 de igual período de 2019, esto es un incremento del 366%.

De esos casos, 8.318 fueron confirmados como Covid-19 y 15.752 como “no identificados”. El infectólogo Evaldo Stanislau dijo que buena parte de estos últimos “deben haber sido causados por Covid-19, pero, por problemas con los tests, pasaron desapercibidos en las estadísticas oficiales”.

Lo llamativo es que todos esos indicios no den lugar a un debate más apasionado en los medios y en la opinión pública. Creomar de Souza, analista político y CEO de Dharma Political Risk and Strategy, estimó en diálogo con Ámbito Financiero desde Brasilia que “el presidente (Jair) Bolsonaro ha sido exitoso en politizar la pandemia. Lo logró primero con la idea de que era necesario optar entre economía y salud pública. Luego, al afirmar que el aislamiento social no era necesario y constituía una suerte de dictadura. Todo eso le ha quitado espacio a una reflexión más seria sobre el número de muertos y su curva de crecimiento”.

“Infelizmente, la prensa y los sectores organizados de la sociedad civil no tienen todavía la capacidad de reflexionar sobre eso porque encuentran otras urgencias. Lo que el presidente hizo el último fin de semana quita toda atención a los temas que no sean la propia estabilidad democrática en Brasil”, añadió.

El analista se refirió al nuevo raid dominical del presidente por Brasilia, que esta vez incluyó, pese a la tos que no lo dejaba hablar, ponerse al frente de una manifestación que pedía un golpe de Estado y el cierre del Congreso y el Supremo Tribunal Federal (STF).

El STF abrió una investigación al respecto, pero las provocaciones no paran. Uno de los hijos del presidente, Carlos, concejal de Río de Janeiro, subió el domingo a su cuenta de Twitter un video que muestra a una veintena de hombres que, al grito de “¡Bolsonaro!” lanzan una interminable ráfaga de tiros en un polígono.

Luiz Inácio Lula da Silva se acaba de sumar al movimiento “Fuera Bolsonaro”, pero, pese a su aguda caída reciente, se sostiene en el apoyo de cerca de un tercio del electorado, algo que por el momento parece blindarlo de las mociones de impeachment.

Los enemigos de Dilma Rousseff, cabe recordar, debieron esperar a que la ofensiva en su contra desplomara su aceptación por debajo el 10% para, finalmente, poder destituirla. La crisis sanitaria y política, tiene, lamentablemente, muchos capítulos aún por escribir en Brasil.

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