Bakú (EFE, AFP, Reuters, DPA) - El vicepresidente de Estados Unidos, Dick Cheney, inició ayer una visita al Cáucaso que demuestra la decisión de la Casa Blanca de pelear con Rusia por la influencia en la zona, rica en petróleo y gas, y que recientemente se vio sacudida por la guerra entre Moscú y la prooccidental Georgia por el enclave separatista de Osetia del Sur.
El contenido al que quiere acceder es exclusivo para suscriptores.
«Nos hemos reunido a la sombra de la reciente invasión rusa de Georgia», señaló Cheney ayer en rueda de prensa conjunta en Bakú con el presidente de Azerbaiján, Ilham Aliev. Cheney, que inició en este país bañado por el Mar Caspio la gira regional que también lo llevará a Georgia y Ucrania, subrayó que el presidente George W. Bush lo envió con un mensaje «claro y simple» para los habitantes del Cáucaso. «EE.UU. tiene un profundo interés en su bienestar y seguridad», apuntó, en una muestra de que Washington no está dispuesto a dejar a sus aliados en la región expuestos a las presiones de Rusia, que la considera su patio trasero.
Coincidiendo con la llegada de Cheney a Bakú, el gobierno de EE.UU. anunció ayer en Washington que destinará 1.000 millones de dólares a la reconstrucción de Georgia tras el conflicto con Rusia.
Cheney se desplazará hoy a Tiflis, donde se entrevistará con el presidente georgiano, Mijail Saakashvili, principal aliado estadounidense en la región desde su ascenso al poder tras la Revolución de las Rosas de 2003. Según se espera, Cheney expresará al líder georgiano su apoyo frente a las acciones agresivas de Rusia, cuyas tropas destruyeron el grueso de la infraestructura civil y militares en el norte, el noroeste y en la costa del Mar Negro.
Además, también respaldará la integridad territorial de Georgia, cuyas regiones separatistas de Abjasia y Osetia del Sur fueron reconocidas como Estados independientes por Rusia, en abierto desafío a EE.UU. y la Unión Europea.
Mientras los especialistas hablan de una segunda Guerra Fría entre Moscú y Occidente, el canciller ruso, Serguei Lavrov, afirmó ayer que su país seguirá « atentamente» la primera visita del vicepresidente norteamericano a la zona.
Al término de su visita a Georgia, Cheney se desplazará a Ucrania, otro de los aliados de Washington en la región y cuyo presidente, Viktor Yuschenko, respaldó abiertamente a Tiflis en su conflicto con Moscú.
En Kiev, el vicepresidente estadounidensedará su respaldo a Yuschenko, que afrontauna severa crisis de gobierno. En ese sentido expresará su apoyo a las ambiciones de las autoridades ucranianas de integrarse en la OTAN, a lo que se oponen por el momento varias cancillerías europeas, entre ellas Alemania, Francia y España, justamente por temor a irritar a Rusia.
Dejá tu comentario