Chávez: "No estoy interesado en el viejo Mercosur"

Barinas, Venezuela (EFE) - Venezuela quiere entrar en «un nuevo Mercosur», pero si no hay «voluntad de cambio, tampoco estamos muy interesados en el viejo Mercosur», afirmó su presidente, Hugo Chávez, quien añadió que no habrá nuevas nacionalizaciones de empresas en su prometido «socialismo del siglo XXI».

El mandatario aseguró que su país «no está desesperado» por ingresar al Mercosur, abogó por una integración sudamericana basada en el interés de los pueblos y dijo que el gobierno de EE.UU. «dirige una conspiración permanente» contra Venezuela.

En una entrevista concedida a la agencia «EFE» durante una visita a su tierra natal de Barinas, en Los Llanos occidentales, atribuyó a «una minoría» manipulada por Washington y la oligarquía venezolana las protestas estudiantiles a raíz de la no renovación de la licencia de emisión a la cadena privada Radio Caracas Televisión (RCTV), que era la más importante del país.

El cese de la transmisión de RCTV causó fuertes polémicas, y se elevaron críticas más allá de las fronteras del país, entre otras en el Congreso brasileño que, como el de Paraguay, no ha ratificado aún el protocolo de adhesión de Venezuela al Mercosur.

Preguntado al respecto, Chávez dijo que el caso RCTV «no va a dificultar nada... Algunos quieren utilizarlopara quizá tratar de justificar otras posiciones, que son muy frágiles, como la derecha sudamericana, las elites de Brasil y de otros países, Argentina, Paraguay, Uruguay», integrantes del Mercosur. «Nunca han visto con buenos ojos nuestra incorporación a un nuevo Mercosur. Han surgido voces tratando de utilizar ese caso», manifestó.

Y si llega a producirse una negativa a la ratificación, subrayó: «Retiramos la solicitud».

En referencia a otra reacción al caso de RCTV, indicó que las declaraciones del canciller español, Miguel Angel Moratinos, son una «falta de respeto», por lo cual tomará distancia de ese país.

Preocupación

Moratinos expresó la semana pasada la «preocupación» del gobierno español por el tema, a lo que Chávez replicó: «No tiene que lamentar nada. Eso daña las relaciones... Yo tomo distancia de España, de su gobierno... me da tristeza», dijo.

Por otro lado, explicó que «si el pueblo dice no», la reforma constitucional que consagra la reelección indefinida no será realizada, y que no tiene planes para llevar a cabo nuevas nacionalizaciones.

Los sectores privados, nacionales o extranjeros, pueden «coexistir con esta revolución siempre que cumplan con las leyes», aseguró. Nuevas nacionalizaciones «no están en nuestros planes» y «llamamos a colaborar a los sectores privados», dijo el mandatario, quien, al asumir en enero un nuevo mandato de seis años, anunció la nacionalización de CANTV, la principal empresa de telecomunicaciones del país, y de empresas eléctricas.

En esos meses, el Estado venezolano también tomó el control de los campos petroleros de la Faja del Orinoco, operados en los últimos diez años por trasnacionales de Estados Unidos, Noruega, Francia y Gran Bretaña.

Sobre las relaciones con Washington, Chávez afirmó que «sólo» podrían mejorar «si el gobierno de Estados Unidos entiende que Venezuela es un país libre y soberano. Es la única manera».

«No se puede ni dialogar con ese gobierno... Esperemos que haya otro en las próximas elecciones», comentó el presidente venezolano, que atribuye a la administración del presidente George W. Bush planes para desestabilizar a su país e incluso para matarlo.

Consultado sobre una eventual compra de submarinos rusos en su viaje a Moscú, la semana próxima, Chávez respondió que «es posible», aunque matizó después: «Ahora creo que no».

«Estamos en proceso de estudio. El tema de fondo es Estados Unidos, otra vez, sus planes contra Venezuela y la pretensión de desarmarnos», dijo.

«Ahora estamos montando un sistema de defensa de lo mejor del mundo, con Rusia, Bielorrusia, China. Pronto tendremos instalados unos cohetes que puedes mandar de aquí a unos 200 kilómetros», manifestó.

Venezuela está « potenciando» el poder aéreo, terrestre y también marítimo, y «no sería raro que compremos unos submarinos», agregó.