El certificado sanitario adoptado por los países de la Unión Europa (UE) entró en vigencia este jueves con el objetivo de revivir los viajes y reactivar el turismo en el verano boreal, a pesar de las amenazas de un freno por la propagación de la variante Delta del SARS-CoV-2.
Debuta en la UE el pasaporte sanitario con la atención en la variante Delta
El instrumento es clave para reactivar el turismo y la libre circulación dentro del bloque. Preocupa, no obstante, el aumento de la potente variante india del coronavirus.
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Certificado Covid-19 de la Unión Europea (UE).
El documento, que podrá ser exhibido en formato digital desde el teléfono celular, con un código QR o impreso, certifica que el portador se encuentra completamente inmunizado con una de las vacunas aprobadas en la UE, dio negativo en un examen reciente o ya goza de inmunidad por haber superado la infección por coronavirus.
Las cuatro vacunas autorizados por la UE son las de Pfizer/BioNTech, Moderna, Johnson & Johnson, y AstraZeneca, aunque sobre esta última solamente se acepta la Vaxzevria que es la producida en territorio europeo y no la Covishield, fabricada en India y que llegó a más países a través del instrumento Covax.
La intención es que el certificado permita viajar por los 27 países de la UE y cuatro países que se asociaron a la iniciativa: Islandia, Noruega, Suiza y Liechtenstein.
Todos los países de la UE ya están interconectados al sistema, con la excepción de Irlanda, que sufrió un ataque cibernético a su red sanitaria pero espera sumarse al proyecto el 19 de julio.
El acuerdo entra en vigor en momentos en que los casos de coronavirus comenzaron a aumentar desde la semana pasada en el continente europeo, luego de diez semanas consecutivas de retroceso, según anunció la Organización Mundial de la Salud (OMS), alertando sobre una nueva ola.
"La semana pasada, el número de casos subió un 10%, debido al aumento de los contactos, los viajes y el fin de las restricciones sociales. Habrá una nueva ola en la región europea excepto si seguimos siendo disciplinados", advirtió Hans Kluge, director de la OMS para la región.
"Estos cambios forman parte de una situación que evoluciona rápidamente, debido a una nueva variante preocupante, Delta del SARS-CoV-2, en una región donde, a pesar de los esfuerzos considerables de los Estados miembros, millones de personas aún no están vacunadas", dijo.
La variante Delta del SARS-CoV-2, especialmente contagiosa, representará un 90% de los casos en la UE de aquí a finales de agosto, estimó la semana pasada el Centro Europeo de Prevención y Control de las Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés).
En ese marco, el organismo recomendó que las ciudades que reciben los últimos partidos de la Eurocopa de fútbol garanticen una gestión más eficaz de la circulación de espectadores, incluyendo los momentos previos a su llegada y posteriores a su salida del estadio.
"Necesitamos mirar más allá de los estadios en sí mismos", dijo Catherine Smallwood, una responsable de la sección Europa de la OMS, respondiendo a una pregunta sobre el aumento de casos de Covid-19 en Londres y San Petersburgo.
La capital británica recibirá las semifinales y la final del torneo la semana que viene y la segunda ciudad rusa será sede del partido de cuartos de final entre España y Suiza.
Preguntado sobre la posibilidad de que la Eurocopa haya jugado un rol de 'supercontagiador', el director de OMS Europa Hans Kluge respondió: "Espero que no, pero no puedo descartarlo".
Varios centenares de casos fueron detectados entre los espectadores de los partidos del certamen, especialmente los escoceses de regreso de Londres, los finlandeses de regreso de San Petersburgo o espectadores en el estadio de Copenhague que resultaron portadores de la variante Delta del SARS-CoV-2.




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