22 de junio 2007 - 00:00

Cumbre clave en Europa: Angela Merkel dice que “se trabaja para enfrentar desacuerdos profundos”

Angela Merkel, junto al canciller alemán Franck-Walter Steinmeier, y el presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Barroso.
Angela Merkel, junto al canciller alemán Franck-Walter Steinmeier, y el presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Barroso.
La jefa de gobierno alemana, Angela Merkel, presidenta de turno de la Unión Europea, declaró hoy que se trabaja intensamente, en la segunda jornada de una cumbre en Bruselas, para afrontar desacuerdos profundos respecto del futuro tratado europeo.

Los desacuerdos se refieren al sistema de votación, por el cual los países más ricos y poblados tienen más poder que los más pobres y con menos habitantes, mecanismo que resiste especialmente Polonia.

Otro punto controvertido es la propuesta para que un nuevo tratado europeo incluya una cláusula que defina como jurídicamente vinculante a la carta de derechos fundamentales, iniciativa resistida por Gran Bretaña, que no acepta que una disposición de ese tipo repercuta en su legislación laboraly social.

En ese contexto, Merkel se reunió hoy con sus pares de Polonia y Gran Bretaña, mientras otros gobernantes realizaban gestiones específicas para tratar de salvar una cumbre que hasta la noche del jueves parecía encaminada a un fracaso.

"Queremos proseguir los diálogos bilaterales con las delegaciones británica, polaca y holandesa, y también con la de la República Checa", dijo en referencia a los países que fijaron posiciones que generaron gran debate.

Merkel habló antes de reunirse con el presidente polaco, Lech Kaczynski, quien al afrontar el tema del sistema de votación en las las instituciones de la UE, para el que se proponen más potestades a las naciones con más habitantes, dijo que para el caso
del suyo debe tenerse en cuenta la población antes del Holocausto.

Los gobernantes de los 27 socios de la UE compartían al mediodía -hora local- un almuerzo, pero según Merkel con pocas perspectivas de tener en ese momento un proyecto de acuerdo.

El problema más espinoso por resolver es el sistema de votación, conocido como "doble mayoría", basada en 55 por ciento de los estados y 65 por ciento de la población.

A ello se opone, por ejemplo, Polonia. El presidente francés, Nicolas Sarkozy, presentó a Kaczynski una propuesta destinada a que el grupo de países más pequeños tenga a su disposición recursos para apelar decisiones adoptadas por la mayoría de naciones poderosas.

En tanto, el presidente de gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, habló a solas con su colega británico, Tony Blair, quien el jueves expresó su rechazo a la posibilidad de que legislación europea sea vinculante y quede por encima o en colisión con normas internas de su país.

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