7 de agosto 2007 - 00:00

EE.UU. ''perdió'' la mitad de las armas que entregó a Irak

Fuerzas regulares iraquíes se entrenan con fusiles AK-47 entregados por EE.UU. La ayudamilitar norteamericana para combatir a los insurgentes se eleva ya a u$s 19.200 millones,gran parte de la cual se ha perdido.
Fuerzas regulares iraquíes se entrenan con fusiles AK-47 entregados por EE.UU. La ayuda militar norteamericana para combatir a los insurgentes se eleva ya a u$s 19.200 millones, gran parte de la cual se ha perdido.
Washington (EFE, AFP, Reuters, ANSA) - Estados Unidos desconoce el paradero de 110.000 fusiles de asalto AK-47 y 80.000 pistolas entregadas a las fuerzas de seguridad en Irak, parte de las cuales podría haber caído en manos de los insurgentes, según temen funcionarios norteamericanos citados ayer por «The Washington Post».

Un informe de la Oficina de Auditoría del Gobierno (GOA), brazo investigador del Congreso, remitido a ambas cámaras, reveló que, a julio de este año, el Departamento de Defensa carecía de procedimientos aceptables para controlar el destino del equipamiento entregado a las fuerzas de seguridad en Irak.

Según el documento, los mandos de las fuerzas multinacionales entrevistados por ese organismo entre marzo de 2006 y julio de 2007 atribuyeron a la falta de personal y a la ausencia de directrices el descontrol sobre las armas, así como a la falta de un registro central.

La GOA detalló que desde 2003 Washington ha destinado 19.200 millones de dólares a la creación de las fuerzas de seguridad iraquíes, incluidos 2.800 millones de dólares para la compra y transporte de su equipamiento.

Ahora, el Departamento de Defensa «no puede hacerse responsable» de más de 190.000 de estas armas, más de 50% del total, estableció la investigación. También se perdieron 135.000 chalecos antibalas, de un total de 215.000, y 115.000 cascos que fueron otorgados a las fuerzas iraquíes el 22 de setiembre de 2005.

  • Desertores

    El matutino señaló, además, que un alto funcionario del Pentágono admitió que algunas armas podían estar siendo empleadas contra las tropas de la coalición y recordó que la brigada iraquí creada en Falluyah, en setiembre de 2004, desertó rápidamente y volvió a formar parte de la insurgencia. En la misma línea, Rachel Stohl, analista del Centro para la Información de la Defensa, declaró que «no tienen ni idea de dónde están, parece que EE.UU. está armando involuntariamente a los malos».

    La revelación se hizo justo antes de una revisión crucial de las operaciones militares en Irak, que podría llevar a reexaminar el papel de Estados Unidos en ese país.

    El general David Petraeus, comandante en Irak, y el embajador Ryan Crocker deben, a mediados de setiembre, presentar un informe ante el Congreso sobre la eficacia de los esfuerzos por acabar con la violencia sectaria y restablecer en Irak un gobierno viable. Precisamente, uno de los mayores ejes de la estrategia de la Casa Blanca en Irak es crear en el país fuerzas de seguridad lo suficientemente eficaces como para relevar las operaciones contrainsurgentes de EE.UU.

    En ese contexto, funcionarios de Irak, Irán y Estados Unidos se reunieron ayer en Bagdad para debatir sobre los problemas gravísimos de seguridad que afronta el país ocupado, donde ayer hubo decenas de muertos y 80 cadáveres fueron hallados en las calles con signos de torturas.

  • Conversación positiva

    En la reunión se discutió cómo combatir la violencia, desmantelar las milicias y reforzar las fronteras del país, dijo el viceministro de Exteriores iraquí, Labid Abbawi, quien afirmó que «la conversación fue positiva».

    La delegación norteamericana estaba encabezada por Marsi Reas, consejero para Cuestiones Militares de la embajada norteamericana en Irak; y la iraní, por Amir Abdullah, viceembajador de Teherán en Bagdad.

    Estos diálogos siguen su curso a pesar de que la Casa Blanca acusa a Irán de propiciar la violencia en Irak y de proveer armas a grupos que resisten la ocupación.

    Mientras, al menos 28 personas, entre ellas 19 niños, murieron en un atentado suicida con un camión bomba en Tal-Afar, al noroeste de Irak. El ataque tuvo lugar en un barrio chiita de esa ciudad, y la explosión provocó el colapso de varias casas justo cuando muchas familias comenzaban un nuevo día. Al menos 50 civiles resultaron heridos.

    En tanto, en el sur de Bagdad murieron ocho iraquíes mientras otros nueve fueron heridos por la explosión de una bomba en una importante terminal de ómnibus, informó la policía local.

    En tanto, en Al-Dulluiya, 70 kilómetros al norte de la capital, tropas de EE.UU. mataron a seis personas de una misma familia, entre ellos una mujer, informaron fuentes policiales iraquíes, según las cuales los soldados norteamericanos fueron atacados por insurgentes durante una ofensiva en la localidad y luego abrieron fuego contra varias casas.
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