Desde hace más de dos semanas la alpinista rusa Natalia Nagovitsyna, de 48 años, se encuentra atrapada en el Pico Pobeda, la cima más alta de la cordillera de Tien Shan, en Kirguistán, en Asia Central.
El incierto destino de la alpinista rusa atrapada en Kirguistán, ¿por qué no la siguen buscando?
La alpinista rusa Natalia Nagovitsyna quedó varada a más de 7.000 metros con una pierna rota; pese a señales de vida, las autoridades suspendieron el rescate.
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Las autoridades decidieron suspender la búsqueda de la alpinista rusa: su familia pide que la rescaten.
El 12 de agosto pasado Nagovitsyna sufrió un accidente cuando descendía de la cumbre de 7.439 metros. La alpinista cayó fracturándose una de sus piernas y quedó inmovilizada, sin posibilidad de bajar por sus propios medios. Desde entonces, el operativo para rescatarla fue infructuoso y es por eso que las autoridades decidieron darlo por concluido.
Sin embargo, su familia asegura que la mujer sigue con vida y reclama que se reinicie la búsqueda, a pesar de las dificultades que puedan enfrentarse.
Natalia Nagovitsyna: una pierna quebrada y un alpinista muerto
La tragedia comenzó tras alcanzar la cima del Pobeda, un desafío reservado solo a los más experimentados. Nagovitsyna, única mujer del grupo, se resbaló y sufrió una fractura en la pierna cuando descendía. Fue auxiliada en un primer momento por compañeros de expedición, entre ellos el italiano Luca Sinigaglia, quien intentó mantenerse cerca de ella.
El hombre le llevó suministros básicos –una bolsa de dormir, una estufa, algo de comida–, pero la montaña no dio tregua. El 16 de agosto, el italiano murió víctima de un edema cerebral, sumando más dolor al operativo. Su cuerpo todavía permanece en altura.
Desde ese entonces, los intentos por llegar hasta Natalia se multiplicaron. Incluso se desplegó un helicóptero ruso que terminó accidentado en plena montaña. Grupos de alpinistas locales y extranjeros se arriesgaron, pero la ruta de ascenso es tan larga y peligrosa que expertos advierten que harían falta al menos 30 rescatistas para descender a una persona herida desde esa altura, algo que nunca se logró en el Pobeda.
Fue por esas razones que el gobierno local decidió dar por terminado el rescate, para no arriesgar más vidas en el intento.
El desesperado pedido del hijo de la alpinista rusa
Mientras las autoridades kirguisas anunciaron la suspensión indefinida del rescate, la familia de Natalia se niega a aceptar ese final. Su hijo, Mikhail Nagovitsyn, difundió un video tomado por un dron el 19 de agosto, en el que su madre aparece tendida sobre la nieve y levanta un brazo en señal de saludo. “Mi mamá está viva”, escribió en sus redes sociales, reclamando a Rusia que presione para reanudar la operación.
El joven asegura que todavía hay una ventana de buen clima y que los rescatistas deberían aprovecharla antes de que llegue un nuevo temporal. Sin embargo, el jefe del operativo, Dmitri Grekov, fue lapidario: “Desde 1955, nadie ha sido rescatado en esa montaña. Sabemos dónde está, pero es imposible llegar”.
En paralelo, se multiplican las voces que recuerdan el historial de tragedias en el Pobeda y la obsesión de Nagovitsyna por completar los cinco “sietemiles” de la antigua URSS para alcanzar el título de Leopardo de las Nieves. Un sueño que, según su hijo, todavía no está del todo perdido.
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