España se lanza a la cacería de una célula de yihadistas
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En un primer ataque, 13 personas murieron y 120 resultaron heridas cuando una furgoneta blanca atropelló a una multitud de personas, en su mayoría visitantes extranjeros, que caminaban sobre la turística Rambla de Barcelona en una calurosa tarde de verano, en plena temporada alta turística.
Horas más tarde, al caer la noche, un auto arrolló a varias personas en la ciudad balnearia de Cambrils, 130 kilómetros al sur de Barcelona, matando a una persona e hiriendo a otras seis. En el interior del vehículo iban cinco personas que fueron muertas a tiros por la policía tras bajarse del auto.
De los cuatro detenidos, tres son de origen marroquí y uno nacido en la ciudad española de Melilla, algunos de ellos con antecedentes por delitos comunes y de 21, 27, 28 y 34 años, respectivamente, informó Trapero.
Tres fueron arrestados en la ciudad de Ripoll, al norte de Barcelona, y otro en Alcanar, al sur de la capital catalana, donde estaba la casa que quedó destruida por la explosión el miércoles por la noche, en la que murió una persona. La explosión de hace dos noches en la casa de Alcanar hizo que los agresores actuaran de forma "desesperada" para atentar en Barcelona con un atropellamiento masivo y posteriormente en Cambrils, dijo Trapero.
Los atacantes abatidos en Cambrils vestían chalecos explosivos falsos y en su auto se encontraron cuchillos y un hacha. Uno de ellos alcanzó a acuchillar a un civil en el rostro, agregó. Pero el doble ataque sacudió a un país que no había sufrido un atentado islamista desde 2004, cuando militantes de la red Al Qaeda mataron a 192 personas en asaltos coordinados con explosivos en trenes de Madrid.
A diferencia de Francia, Suecia y Alemania, escenario en los últimos años o meses de diversos atentados con explosivos o vehículos que arrollaron a civiles, España se había mantenido a salvo en parte gracias a una ola de operativos de seguridad que permitieron el arresto de unos 200 presuntos yihadistas en años recientes.
Los muertos y heridos procedían de 34 países, una alta cifra de extranjeros que también se vio en ataques previos en Niza, París, Berlín y Londres. El Servicio de Emergencia catalán informó que 65 de los 126 heridos continuaban hospitalizados, 17 de ellos en estado crítico y 27 en estado grave.
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