19 de septiembre 2021 - 15:13

EEUU: el Congreso regresa para sesiones frenéticas con el futuro de Biden en juego

Los legisladores debatirán proyectos clave para la reactivación pos pandemia. El presidente se juega el éxito de su gestión con el plan de gastos.

El presidente Joe Biden cuenta con que los demócratasaprueben proyectos de ley decisivos que revitalicen su popularidad.
El presidente Joe Biden cuenta con que los demócratas aprueben proyectos de ley decisivos que revitalicen su popularidad.

El Congreso de Estados Unidos se sumergirá desde la próxima semana en el período legislativo más activo en años. El presidente Joe Biden cuenta con que los demócratas aprueben proyectos de ley decisivos que revitalicen su popularidad.

Biden confía llegar a las elecciones de mitad de período del próximo año con reformas económicas históricas en su haber, mientras enfrenta críticas punzantes sobre la caótica retirada de Estados Unidos de Afganistán y un número todavía elevado de muertes por la pandemia.

Evitar un cierre del gobierno también está en los primeros renglones de la agenda, al igual que eludir una deuda crediticia catastrófica, que puede ser el mayor de los retos que se avecinan.

Los demócratas esperan asegurar un paquete de política social de 3,5 billones de dólares a través de un proceso conocido como reconciliación, lo que significa que pueden aprobar el proyecto de ley con su escueta mayoría (50 de los 100 senadores además de la vicepresidenta Kamala Harris).

Sin reconciliación, se necesitarían 60 votos en una votación procesal solo para avanzar la legislación, y sería necesario el apoyo de 10 republicanos.

El llamado paquete "Reconstruir mejor" busca atajar el cambio climático, reducir los costos de cuidado infantil y educación para familias trabajadoras y crear millones de puestos de trabajo.

Biden dijo en un discurso el jueves que confiaba en que el Congreso aprobaría el plan, y lo describió como un momento que podría "cambiar la trayectoria" de Estados Unidos en las próximas décadas.

Como era de esperarse, los republicanos están descartando las propuestas al considerarlas ejemplo de una descontrolada política de impuestos y gastos, pero la verdadera batalla se está librando entre demócratas moderados y progresistas.

Preocupados por la inflación y la deuda nacional (28,8 billones de dólares, y en aumento), los senadores demócratas de centro Joe Manchin y Kyrsten Sinema se oponen al alto precio de la factura, aunque Manchin ha indicado que podría estar abierto a un paquete de 1,5 billones de dólares.

Desde el ala izquierdista del partido, el presidente del comité del Senado para el presupuesto, Bernie Sanders, le dijo a CNN que cualquier proyecto de ley por debajo de los 3,5 billones de dólares es "absolutamente inaceptable" para él.

Sin mostrar dudas sobre aumentar la deuda, los demócratas de la Cámara baja han hecho circular un plan para financiar "Reconstruir mejor" a través de casi 3 billones de dólares en nuevos impuestos, principalmente de estadounidenses ricos y corporaciones, además de reformas menores como una recaudación de impuestos más estricta.

Un proyecto de ley de infraestructura de 1,2 billones de dólares fue aprobado por el Senado en agosto, con el apoyo de un tercio de los 50 republicanos y todos los 50 demócratas.

La presidenta demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, prometió una votación antes del 27 de septiembre en ese cuerpo, donde su partido tiene una mayoría muy reducida.

Pero aquí, de nuevo, la verdadera lucha es interna, pues el ala progresista demócrata dice que no votará hasta que se resuelva el paquete de reconciliación más grande.

Expertos estiman que el proceso podría durar semanas o meses.

El proyecto de ley de infraestructura incluye 500.000 millones de dólares en nuevos gastos federales para rutas, puentes, transporte, Internet de alta velocidad y medidas contra el cambio climático, incluida una red de estaciones de carga para autos eléctricos.

El techo de la deuda de Estados Unidos debe suspenderse o aumentarse en las próximas semanas para evitar un incumplimiento, que desencadenaría un colapso económico y un derrumbe financiero mundial.

La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, advirtió sobre un "daño irreparable a la economía estadounidense" el próximo mes.

Los legisladores tendrán que aprobar un nuevo presupuesto antes del 1 de octubre para evitar un cierre del gobierno, que sucede cuando el financiamiento de las agencias federales se agota y ya no puedan funcionar.

Los republicanos han sugerido que las políticas de Biden han creado la necesidad de aumentar el límite de deuda. Sin embargo, datos del Departamento del Tesoro muestran que los republicanos acumularon 7,8 billones de dólares en nueva deuda durante la administración de Donald Trump -más de una cuarta parte del total-, en solo cuatro años.

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