El Consejo Constitucional de Francia autorizó que el gobierno aplique un impuesto del 75 % a las empresas sobre los salarios de los empleados que ganen más de un millón de euros, una de las principales promesas electorales del presidente, François Hollande.
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La máxima autoridad judicial de Francia había rechazado hace un año una primera versión de ese texto, al entender que su redacción incurría en desigualdades ante el fisco, pero ahora con su aprobación, la nueva tasa puede entrar en vigencia, según informó la agencia de noticias EFE.
El nuevo impuesto, que el Ejecutivo francés siempre describió como excepcional y transitorio para un momento de crisis, durará dos años y supone un gravamen a las empresas del 50% sobre esos grandes salarios, que se suma al 25% de las cargas sociales.
La única condición es que la tasa, que recae así sobre la empresa y no sobre los asalariados, no podrá superar en ningún caso el 5% de la facturación de la compañía.
Según los cálculos del gobierno de Hollande, el Estado francés recaudará unos 260 millones de euros extra en 2014 y 160 millones en 2015.
Parte de esos ingresos provendrán de los clubes de fútbol, los mismos que lideraron las críticas a la iniciativa y que en noviembre pasado amenazaron con declarar una huelgal, la primera desde 1972.
Se estima que la Liga de Fútbol Profesional de Francia (LFP) tendrá que pagar unos 44 millones de euros más al año en forma de impuestos.
Sólo el París Saint-Germain, donde juegan estrellas como Zlatan Ibrahimovic, Edinson Cavani o Thiago Silva, deberá pagar unos 20 millones de euros.
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