La aspirante demócrata a la presidencia de Estados Unidos, Hillary Clinton, arremetió contra Donald Trump, el ex empresario devenido en su principal rival en la contienda electoral: "Se está convirtiendo en el mejor reclutador del Estado Islámico. Los islamistas ven a la gente mostrando videos de Trump insultando al islam y a los musulmanes para reclutar a yihadistas más radicales", denunció.
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La ex secretaria de Estado se concentró en la política exterior y la llamada lucha contra el terrorismo, durante el último debate antes de las primarias de 2016. "Creo que debemos de mirar tanto al desafío del terrorismo en el extranjero como en casa y también al papel que juegan las armas en el desarrollo de la violencia que nos acosa", sostuvo.
La candidata vinculó los conflictos en Medio Oriente con la reciente matanza de San Bernardino, en California, un ataque que el FBI vincula con extremismo islamista internacional, durante el debate que compartió con Bernie Sanders y Martin O'Malley.
Hillary evitó hablar de las finanzas de su campaña o de la Fundación Clinton que comparte con su marido y ex presidente, Bill, y eligió contestar con la promesa de no subir los impuestos a las familias de clase media que ganen menos de 250.000 dólares anuales si llega a la Casa Blanca en noviembre de 2016.
"¿Deben las corporaciones de Estados Unidos amar a Hillary Clinton?", repreguntó uno de los moderadores,intentando desatar una acalorada discusión entre los candidatos demócratas.
Pero la ex secretaria de Estado rápidamente logró desactivar el momento de tensión lanzando una humorada: "Todo el mundo debería".
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