Amnistía Internacional denunció que la policía mata cada año a cientos de personas.
El momento más impactante es cuando en plena calle, cuatro hombres, desarmados y vestidos de civiles, son obligados a tumbarse en el suelo. Segundos después, uno de los militares nigerianos les dispara uno a uno.
La operación se repite con otros jóvenes, que caminan con muletas. Tras disparar al primero, al ejecutor le gritan que apunte al pecho y no a la cabeza, porque quieren quedarse con el gorro de la víctima. A este último ejecutado le dicen que se siente bien, que van a tomarle una foto.
Los hechos ocurrierron durante el verano del año pasado. El ejército nigeriano respondió a una ofensiva de un grupo radical que pretende implantar la ley islámica en el país africano, sin ningún tipo de piedad, ni autorización judicial. Tras los combates, que se saldaron con mil muertos, surgieron las denuncias de ejecuciones extrajudiciales. Ahora, las pruebas obligan a las autoridades a investigar.
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