Una investigación del Buró Federal de Investigaciones (FBI) en Florida, Estados Unidos, descubrió un esquema de trabajo forzado que afectó a 57 personas, quienes vivían en espacios reducidos dentro de una lujosa mansión vinculada a los líderes de la Iglesia Global del Reino de Dios, según reportaron autoridades federales.
Lujos, sexo y explotación humana: el FBI descubrió una red de trabajo forzado en una iglesia de Florida
El allanamiento tuvo lugar en una residencia de Tampa, propiedad de Michelle Brannon, de 56 años, y su socio David Taylor, de 53, ambos acusados de someter a sus seguidores a jornadas laborales extremas sin remuneración
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David Taylor y Michelle Brannon
El FBI destapó red de trabajo forzado en una iglesia de Florida: lujo, sexo y explotación
El allanamiento tuvo lugar en agosto en una residencia de Tampa, propiedad de Michelle Brannon, de 56 años, y su socio David Taylor, de 53, ambos acusados de someter a sus seguidores a jornadas laborales extremas sin remuneración, además de participar en lavado de dinero. Taylor, quien se autodenomina “Apóstol”, y Brannon, su “directora ejecutiva”, crearon centros de llamadas en varios estados (Michigan, Texas, Florida y Missouri) donde los seguidores trabajaban recolectando donaciones y cumpliendo tareas personales para Taylor.
Los investigadores indicaron que los empleados eran obligados a actuar como “portadores de armas” y sirvientes personales, bajo estricta vigilancia y sin poder salir sin permiso. Dormían en los lugares de trabajo o en una “casa ministerial”, mientras que Brannon vivía rodeada de lujos en la mansión de Tampa, que incluía vehículos de alta gama, estatuas de gran valor y 500.000 dólares en lingotes de oro.
El esquema generó 50 millones de dólares en donaciones en la última década. Las víctimas eran sometidas a humillaciones públicas, abuso psicológico, privación de sueño y agresiones físicas si no cumplían con las metas impuestas. Además, se documentaron exigencias sexuales, con miles de fotos y videos explícitos recolectados por Taylor, y restricciones sobre la libertad reproductiva de las mujeres.
Taylor fue detenido en Carolina del Norte y Brannon en Florida. Ambos enfrentan cargos por trabajo forzado, conspiración para trabajos forzados y lavado de dinero, y serán juzgados en Michigan. Las autoridades subrayan que la magnitud de la operación revela un control absoluto sobre la vida de sus seguidores, con consecuencias legales y personales de gran alcance.
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