Medios, mal con Correa

Quito (AFP, EFE) - El presidente de Ecuador, Rafael Correa, propuso ayer prohibir en la próxima Constitución el financiamiento de medios de comunicación por parte de banqueros, una medida que afectará a buena parte de la prensa local.

Correa, que volvió a denostar como corrupto a un sector de la prensa, tildó de «incesto» las relaciones entre los medios y el sector financiero, y planteó una reforma constitucional para deshacer esos vínculos.

«Una de las reformas que debe hacer la Asamblea Constituyente (que redactará la nueva carta política) es prohibir esa relación incestuosa entre grupos financieros y medios», dijo Correa en un discurso pronunciado en la localidad de Cayambe, al norte de Quito.

Varias de las televisoras que transmiten en Ecuador, entre ellas, Teleamazonas, Telecentro, Gamavisión y Cable Noticias, son financiadas por reconocidos banqueros, que también son propietarios de periódicos, radios y revistas, según un estudio de la Universidad Central ( estatal) publicado en 2006.

Ayer, el ministro de Economía, Ricardo Patiño, al salir al paso de un escándalo por espionaje, denunció una campaña de la banca y de los medios vinculados a ese sector para «sacar del poder» a Correa.

«No nos vamos a dejar. No nos van a botar del gobierno como lo han hecho con otros», advirtió Patiño en una acalorada entrevista con el canal Teleamazonas, que el lunes publicó un segundo video grabado ilegalmente sobre una conversación suya con el jefe del Congreso, Jorge Cevallos.

Correa ha anticipado que «cancelará la licencia del canal de televisión que conspire» contra su gobierno. «Les digo muy claro, si después de probar que un canal apoyó un golpe de Estado y que estuvo al lado de los golpistas, como lo hizo RCTV (en Venezuela), yo cancelo ese canal», declaró al diario «Hoy».

El mandatario izquierdista, un estrecho aliado de Hugo Chávez, vinculó la supuesta campaña de la banca contra su gestión con su polémico proyecto de Ley de Regulación al Costo Máximo Efectivo del Crédito, que -se teme- podría llevar a la economía local a un nuevo derrumbe.