1 de julio 2006 - 00:00

México: habría empate técnico

México: habría empate técnico
Las elecciones más reñidas de la historia de México arrojaban un empate técnico entre el candidato de izquierda, Andrés Manuel López Obrador, y el conservador Felipe Calderón, según las empresas que hicieron sondeos a boca de urna, dejando al país en suspense este domingo.

El margen de diferencia entre los candidatos era demasiado estrecho para dar ni siquiera un porcentaje para cada uno de ellos, coincidieron tanto las emisoras Televisa y TV Azteca como el diario El Universal.

México se enfrentaba a una situación política inédita tras siete décadas de gobierno autoritario del Partido Revolucionario Institucional (PRI), de 1929 a 2000, y casi seis años de gobierno conservador sin mayoría legislativa de Vicente Fox.

La participación de los electores en una jornada casi sin incidentes fue histórica, según todos los indicios, que apuntaban a una tasa superior al 63,9% de hace seis años, cuando triunfó Fox.

Los indecisos -entre cuatro y ocho millones según los estudios- tuvieron un peso decisivo.

"Tuvimos mayor índice de no respuesta que en otras elecciones (...) La gente no quiere admitir si votó por el PAN o el PRD", dijo a la emisora W Radio la encuestadora María de las Heras.

Ninguno de los cinco candidatos en liza se manifestó tras el cierre de las urnas.

El suspense político amenazaba con mantenerse como mínimo hasta las 23h00 locales (04h00 GMT), cuando el Instituto Federal Electoral (IFE) tenía previsto en principio dar un primer resultado oficial.

En las elecciones a la Cámara de Diputados, sin embargo, el oficialista Acción Nacional (PAN) tenía la delantera, con 35%, seguido de la coalición de izquierda Por el Bien de Todos con 31% y 28% para el Partido Revolucionario Institucional (PRI), de acuerdo con TV Azteca.

López Obrador, de 52 años, es el abanderado de una coalición de tres partidos de izquierda dominada por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), bajo el lema "Por el Bien de Todos".

"Primero los pobres" es la frase que acompaña el lema de este político que cimentó su popularidad mientras fue alcalde de la capital mexicana, entre 2000 y 2005.

Con programas sociales de lucha contra la pobreza, reducción de impuestos para los trabajadores y un discurso populista que propone la "purificación de la vida política", López Obrador quiere hacer historia y llevar la izquierda al poder por primera vez en México.

El ex alcalde propone reducir los sueldos de los altos funcionarios, empezando por él mismo como presidente, y luchar contra la corrupción, hasta conseguir ahorrar unos 8.700 millones de dólares al año, con lo que asegura que conseguiría financiar sus proyectos.

Calderón, de 43 años y candidato del PAN, es un ex ministro de Fox que propone una política continuista en la economía, abrir el sector energético a la iniciativa privada e impulsar las reformas que el mandatario conservador no consiguió hacer aprobar, como la laboral o la de las propias instituciones políticas.

Calderón aboga igualmente por reforzar las penas contra la delincuencia, uno de los grandes temas de la campaña electoral.

El tercer candidato, Roberto Madrazo, del PRI y de 53 años, cuenta con la movilización de su partido, el más extendido a lo largo del país.

México vivió en los últimos seis años un bloqueo político a causa de la división en el Congreso, que corre el riesgo de repetirse, aunque todos los candidatos han insistido en que a partir de este lunes será tiempo de acuerdos políticos.

En elecciones paralelas a las federales, la izquierda consiguió confirmar su predominio en la capital, al ungir, según los sondeos, con un 52% a Marcelo Ebrard como sucesor de López Obrador como jefe de gobierno.

Mientras tanto Acción Nacional se imponía en Guanajuato (noroeste) y Jalisco (centro), en tanto que la tendencia de votación por la gobernación de Morelos era incierta.

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