Nigeria: explosión en un oleoducto dejó al menos 269 muertos
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Los cadáveres fueron retirados por vehículos de recolección de residuos y conducidos a un lugar preparado para un entierro colectivo.
El área del accidente quedó convertida en una zona de enorme destrucción en la que se pueden observar, además de restos humanos, decenas de vehículos reducidos por las llamas y las latas y bidones empleados por las víctimas para recoger el combustible.
El fuego también alcanzó edificios cercanos, entre ellos varias casas, una iglesia, una mezquita y algunas tiendas.
Según testigos presenciales, después de registrarse el siniestro varias personas se presentaron al lugar con tanques de transporte de líquidos para seguir recogiendo gasolina.
«Después de que se fueran, mucha gente siguió recogiendo el combustible con el recipiente que tenía más a mano», afirmó J. Mustapha.
A pesar de que los bomberos lograron controlar el incendio, horas después del accidente persistía una densa capa de humo negro sobre la ciudad.
El gobernador de la provincia de Lagos, Bola Tinubu, que visitó horas después el lugar, culpó al gobierno central de la tragedia por haber sido incapaz de generar suficientes empleos para los nigerianos y no garantizar la seguridad de los ductos de petróleo y derivados.
Desde Bruselas, la presidencia de la Unión Europea emitió un comunicado en el que lamenta la pérdida de vidasy manifiesta sus condolencias al gobierno y al pueblo de Nigeria, así como a los familiares y amigos de las víctimas.
Nigeria es el primer productor africano de petróleo, pero dos terceras partes de la población viven por debajo del umbral de la pobreza. Además, estos días se padece una fuerte escasez de combustibles, lo que propicia los robos de este tipo para aprovecharse de las diferenciasde precio de las estacionesde servicio en el mercado «negro».
El suceso de ayer es el último de una serie de incendios en conductos de combustibles y oleoductos que en los últimos años han dejado centenares de muertos en ese país. En mayo último, 150 personas murieron en Lagos por un incidente parecido y en 1998, en el peor siniestro de este tipo, más de 1.000 personas perecieron en la localidad de Jesse cuando un conducto estalló en circunstancias similares.
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