27 de diciembre 2006 - 00:00

Nigeria: explosión en un oleoducto dejó al menos 269 muertos

Un grupo de bomberos nigerianos culmina la tarea de apagar el incendio desatado en unoleoducto de Lagos, en medio de los cuerpos carbonizados. El robo de combustibles a travésde la rotura de ductos frecuentemente deriva en tragedias.
Un grupo de bomberos nigerianos culmina la tarea de apagar el incendio desatado en un oleoducto de Lagos, en medio de los cuerpos carbonizados. El robo de combustibles a través de la rotura de ductos frecuentemente deriva en tragedias.
Lagos (EFE, Reuters, AFP) -El incendio y explosión de un oleoducto en las afueras de la ciudad nigeriana de Lagos dejó ayer un saldo de al menos 269 muertos y cientos de heridos, aunque testigos del hecho y de organizaciones humanitarias llegaron a hablar de 500 o más víctimas fatales.

«El número de muertos está confirmado en 269. Ya hemos recuperado todos los cuerpos», dijo Abiodun Orebiyi, secretario general de la Cruz Roja nigeriana.

El voraz incendio que se extendió a primera hora de ayer por el barrio de Abule Egba se originó, al parecer, cuando varios jóvenes rompieron el conducto para robar combustible, un tipo de conducta que ya provocó desastres similares en el pasado en este país.

Los equipos de rescate trasladaron a hospitales de la zona a cerca de 400 personas que sufrieron quemaduras de distinta consideración.

Testigos señalaron que la mayoría de los cuerpos presentaba quemaduras que impedían reconocerlos.

Los cadáveres fueron retirados por vehículos de recolección de residuos y conducidos a un lugar preparado para un entierro colectivo.

  • Culpa

    El área del accidente quedó convertida en una zona de enorme destrucción en la que se pueden observar, además de restos humanos, decenas de vehículos reducidos por las llamas y las latas y bidones empleados por las víctimas para recoger el combustible.

    El fuego también alcanzó edificios cercanos, entre ellos varias casas, una iglesia, una mezquita y algunas tiendas.

    Según testigos presenciales, después de registrarse el siniestro varias personas se presentaron al lugar con tanques de transporte de líquidos para seguir recogiendo gasolina.

    «Después de que se fueran, mucha gente siguió recogiendo el combustible con el recipiente que tenía más a mano», afirmó J. Mustapha.

    A pesar de que los bomberos lograron controlar el incendio, horas después del accidente persistía una densa capa de humo negro sobre la ciudad.

    El gobernador de la provincia de Lagos, Bola Tinubu, que visitó horas después el lugar, culpó al gobierno central de la tragedia por haber sido incapaz de generar suficientes empleos para los nigerianos y no garantizar la seguridad de los ductos de petróleo y derivados.

    Desde Bruselas, la presidencia de la Unión Europea emitió un comunicado en el que lamenta la pérdida de vidasy manifiesta sus condolencias al gobierno y al pueblo de Nigeria, así como a los familiares y amigos de las víctimas.

  • Fuerte escasez

    Nigeria es el primer productor africano de petróleo, pero dos terceras partes de la población viven por debajo del umbral de la pobreza. Además, estos días se padece una fuerte escasez de combustibles, lo que propicia los robos de este tipo para aprovecharse de las diferenciasde precio de las estacionesde servicio en el mercado «negro».

    El suceso de ayer es el último de una serie de incendios en conductos de combustibles y oleoductos que en los últimos años han dejado centenares de muertos en ese país. En mayo último, 150 personas murieron en Lagos por un incidente parecido y en 1998, en el peor siniestro de este tipo, más de 1.000 personas perecieron en la localidad de Jesse cuando un conducto estalló en circunstancias similares.
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