Prensa extranjera y activistas de DDHH, en el blanco de los partidarios de Mubarak

Un periodista agredido por seguidores del presidente Hosni Mubarak.

La prensa internacional es objeto de detenciones, agresiones y amenazas en Egipto, lo que llevó a EEUU a pedir la puesta en libertad de los informadores y a los principales líderes europeos a calificar de "inaceptables" los ataques contra estos profesionales.

Además, al menos 15 activistas de derechos humanos fueron detenidos en el Hisham Mubarak Law Center de El Cairo "por miembros de la fuerza de inteligencia Mukhbarat", señaló el responsable para las emergencia de Human Rights Wacht (HRW).

Las cifras de periodistas detenidos en El Cairo varían a cada momento, en una jornada en la que se sucedieron las agresiones e intimidaciones a los periodistas y en la que partidarios al presidente Hosni Mubarak, rodearon el céntrico hotel Ramsés Hilton en busca de los corresponsales extranjeros que se alojan allí.

Los periodistas extranjeros denuncian un grave empeoramiento de sus condiciones de trabajo por el deterioro de las condiciones de seguridad y, así, se produjeron ataques a estos profesionales en los alrededores de la plaza Tahrir, epicentro de las manifestaciones contra el régimen de Mubarak.

Ante esta situación, la Casa Blanca condenó el "tratamiento a los periodistas en Egipto" que trabajan en la cobertura de los disturbios, y subrayó que "los detenidos deben ser liberados" y tachó de "inaceptable" el "sistemático señalamiento" de los periodistas.

En cuanto a los activistas de derechos humanos detenidos, Peter Bouckaert que se encuentra en El Cairo y denunció hasta el momento "detenciones sistemáticas de periodistas y activistas".

Entre los detenidos están el enviado de HRW, Daniel Williams, una empleada francesa de Amnistía Internacional y una docena de abogados egipcios para los derechos humanos.

"En el Centro estaban además de nuestro enviado y miembros de Amnistía, unos 25 abogados activistas egipcios. Hacia la 13.30 locales las fuerzas de seguridad ingresaron en la oficina donde estuvieron unos 30 minutos. Todos los presentes fueron interrogados y luego algunos llevados del lugar en un vehículo", contó Bouckaert.

Fuera de la oficina "los detenidos fueron insultados por un grupos de seguidores del presidente Hosni Mubarak que los acusaban de estar 'contra Egipto' y de ser 'espías del Mossad'", prosiguió Bouckaert.

Desde ese momento, HRW no tuvo más noticias: "Estamos en contacto con la embajada norteamericana y con las autoridades egipcias a las que corresponde la responsabilidad de los trabajadores extranjeros, pero desde hoy hemos visto detenciones sistemáticas de periodistas y activistas".