Repudio mundial tras el ahorcamiento de dos allegados a Saddam
-
Donald Trump confirmó que TikTok podrá operar en EEUU y la red social anunció que vuelve a funcionar
-
Quién es El Doni, el guardaespaldas español que robó el furgón que custodiaba y se fugó a Brasil con millones de billetes
Al igual que con la ejecución de Saddam, la muerte de sus dos colaboradores enfureció a muchos sunnitas, quienes acusan a la actual mayoría dominante de chiitas y kurdos de buscar venganza más que justicia.
La confirmación de que la cabeza de Barzan, quien estaba enfermo de cáncer, se desprendió del cuerpo enfureció a quienes participaron del entierro. Algunos corearon consignas contra el gobierno, acusándolo de ser «agente de Irán».
Después de que se difundiera un video pirata sobre la ejecución de Saddam, el gobierno iraquí grabó uno oficial sobre el ahorcamiento de los ex colaboradores del régimen depuesto, pero únicamente lo mostró a unos pocos periodistas.
Las imágenes muestran cómo los dos sentenciados, vestidos de color naranja de prisionero, suben a una horca de metal temblando, mientras sus verdugos les colocan una capucha negra sobre la cabeza antes de pasarles la soga alrededor del cuello.
Sus cuerpos fueron transferidos después en un helicóptero del ejército estadounidense a Tikrit e inhumados cerca de la tumba de Saddam Hussein.
El anuncio de la muerte de los dos ex responsables del régimen de Saddam no provocó ninguna reacción notoria en Bagdad, mientras se produjeron algunas manifestaciones de alegría en la ciudad santa chiita de Nayaf.
La secretaria estadounidense de Estado, Condoleezza Rice, comunicó la «decepción» de su país ante esta ejecución y señaló que ambos hombres podrían haber sido ahorcados con «más dignidad».
El secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, lamentó las ejecuciones, pese a las peticiones de clemencia hechas al gobierno iraquí.
Gran Bretaña, por su parte, lamentó que las ejecuciones no se hubieran realizado «de forma digna», mientras que la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Louise Arbour, reafirmó su oposición a la pena capital.
Dejá tu comentario