Sarkozy estrenó gabinete y lanzó su reforma laboral

Christine Lagarde, nueva ministra de Economía de Francia, y Jean Louis Borloo, número dos del gobierno. Tras las elecciones legislativas, Nicolas Sarkozy debió nombrar un nuevo equipo de gobierno.

París (EFE, AFP, Reuters, ANSA) - Un nuevo gabinete más numeroso, variado y con una mujer frente a la cartera de Economía fue anunciado ayer en Francia, dos días después de las legislativas que otorgaron la mayoría absoluta en la Cámara de Diputados al presidente, Nicolas Sarkozy, quien ayer mismo puso en marcha su reforma más esperada: la laboral.

La gran novedad de este nuevo gabinete es el nombramiento de Jean Louis Borloo, hasta ahora titular de Economía, como número dos del gobierno, ministro de Estado y responsable de Ecología. Borloo sustituirá a Alain Juppé, que no consiguió ser elegido diputado el domingo y tal y como había sido estipulado por el primer ministro, François Fillon, tuvo que dimitir.

En total, en este nuevo equipo de gobierno habrá 15 ministros y 17 secretarios de Estado, que serán, junto a Fillon y a Sarkozy, los arquitectos del ambicioso programa de reformas prometidas por el nuevo jefe de Estado.

Como estipula la ley, el gobierno nombrado tras la elección de Sarkozy el 6 de mayo tuvo que dimitir en bloque tras las legislativas del domingo para ser recompuesto.

La imagen del nuevo gabinete obedece al deseo de apertura y diversidad expresado por el presidente, que habla hoy por TV al país. Así, hay un total de 11 mujeres, tres de ellas de origen extranjero, concretamente africano y magrebí, y tres socialistas, concentradas sobre todo en Relaciones Exteriores.

En sustitución de Borloo en el Ministerio de Economía y de Finanzas fue nombrada Christine Lagarde, anterior titular de Agricultura, una brillante jurista de 51 años con una carrera fulgurante que se convirtió en la primera mujer que ocupa este cargo en Francia.

En los demás ministerios no hay que destacar cambios importantes: Michele Alliot Marie se mantiene como número tres del gobierno y titular de Interior, el socialista Bernard Kouchner seguirá a cargo de las Relaciones Exteriores, y Rachida Dati, la primera ministra de origen magrebí, conserva la cartera de Justicia.

Al mismo tiempo, este gabinete incluirá a una decena de nuevos secretarios, de ideología y procedencias variadas. Por ejemplo, Fadela Amara, de 43 años, líder feminista de origen argelino, fundadora de la asociación Ni Putas ni Sumisas, fue nombrada secretaria de Estado para la política municipal. La política de origen senegalés Rama Yade, de 30 años, autora de un libro sobre la marginación de los negros en Francia, será la nueva secretaria de Derechos Humanos.

Debate

Los 577 diputados de la nueva Cámara baja ( Asamblea Nacional), en la que habrá, entre otros, 318 escaños para la Unión para un Movimiento Popular y 190 socialistas, se reunirán en sesión extraordinaria a partir de julio para debatir estos proyectos de ley de corte fiscal, migratorio o de seguridad.

En ese sentido, los líderes de los sindicatos y de las patronales francesas se reunían ayer para fijar el calendario y el método a aplicar de cara a la negociación de la reforma del mercado de trabajo. Esa medida, en la que tratarán de encontrar un consenso los cinco líderes sindicales (CFDT, CGT, CFTC, CGC y FO) y los tres presidentes de organizaciones patronales (Medef, CGPME y UPA), tiene tres temas: el contrato de trabajo, el seguro de desempleo y la puesta en marcha de una seguridad social profesional.

Contrato de trabajo

Sobre la reforma del contrato de trabajo, un modo de flexibilizar la semana laboral de 35 horas, la idea de Sarkozy es instituir un solo modelo de contrato de duración indeterminada para todos, que sustituya a la treintena de modalidades existentes actualmente, y en el que el trabajador vaya adquiriendo derechos de forma progresiva. Pero el propio presidente ha matizado después de haber sido elegido que quiere mantener los contratos temporales. Las modalidades de la negociación deben centrarse en la ampliación del tiempo de prueba de un contrato y en la flexibilización del mecanismo de despido.

Otra de las reformas que desea impulsar Sarkozy es el «IVA social», un polémico proyecto que la izquierda explotó para volver a movilizar a su electorado en la segunda vuelta de las legislativas. El gobierno propone un aumento del Impuesto al Valor Agregado para compensar una disminución de las cargas patronales a fin de abaratar los costos laborales.