15 de junio 2007 - 00:00

Se habla ya de una fuerza de la ONU, pero no hay tropas

Washington (EFE, AFP, Reuters, ANSA) - Estados Unidos dio ayer un amplio respaldo al debilitado presidente palestino, Mahmud Abbas (Abu Mazen), y anunció que está listo para considerar la hipótesis de una fuerza multinacional para Gaza, como había propuesto el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon.

El portavoz de la Casa Blanca, Sean McCormack, informó que a primera hora del día, la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, dialogó por teléfono con el mandatario palestino, a quien le expresó el apoyo de EE.UU.

Asimismo, afirmó en una conferencia de prensa que el gobierno del presidente George W. Bush consideraría el envío a Gaza de una fuerza de paz. Sin embargo, apuntó la dificultad de encontrar países que estén dispuestos a ofrecer a sus soldados. Según el vocero, Rice abordó la situación también con el ministro egipcio de Relaciones Exteriores, Ahmed Abul Gait, y se estaba poniendo en contacto con otros países de la región para evaluar acciones.

En la misma línea, el ministro italiano de Relaciones Exteriores, Massimo D'Alema, consideró que hay que «examinar seriamente» la posibilidad de una intervención internacional en Gaza, vinculada a «un plan de carácter humanitario».

  • Debilidad

    El funcionario apuntó que el apoyo de la comunidad internacional al gobierno del moderado Abbas fue siempre hasta ahora «más verbal que sustancial». La situación en Medio Oriente y en Gaza «sufre de una debilidad evidente de estrategia internacional» y lo «poco que se ha hecho se debe a la iniciativa europea», subrayó el ministro.

    Por otro lado, el diario «Haaretz» informó que el primer ministro israelí, Ehud Olmert, le dirá a Bush, durante la visita que realizará a Washington el próximo martes, que es necesario ver a Cisjordania y a Gaza como entidades separadas, e impedir el contacto entre ambos territorios palestinos.

    Según el medio, que cita a fuentes anónimas, son las autoridades militares las que recomiendan al gobierno esa «política de separación» entre los dos territorios, separados geográficamente por el sur de Israel y políticamente por la guerra civil palestina: Gaza dominada por Hamas y Cisjordania por Al-Fatah.
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