La inflación sostenida, la presión sobre los costos operativos y una competencia feroz por el talento están empujando a las empresas argentinas a repensar su estrategia de beneficios laborales. En este contexto, la Encuesta de Tendencias de Beneficios 2025, elaborada por la consultora WTW, pone sobre la mesa las prioridades, tensiones y apuestas que marcan el rumbo del nuevo vínculo entre empleadores y trabajadores.
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Beneficios laborales en la mira: cómo las empresas enfrentan la inflación y la crisis de talento en Argentina
Las compañías buscan retener empleados clave con más flexibilidad, tecnología y bienestar, mientras los costos médicos y el entorno económico presionan cada vez más sus presupuestos.
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En un mercado que ya no se conforma con el salario como único incentivo, el bienestar, la flexibilidad y la tecnología ganan terreno como ejes de una nueva propuesta de valor.
En un mercado que ya no se conforma con el salario como único incentivo, el bienestar, la flexibilidad y la tecnología ganan terreno como ejes de una nueva propuesta de valor. Pero implementar estos cambios en un entorno de alta inflación y crecientes costos médicos no es tarea fácil.
Costos médicos y bienestar, dos cuellos de botella
Uno de los puntos más sensibles que revela la encuesta es el impacto del aumento del costo médico, que en 2025 se estima crecerá un 75% en términos interanuales. En este escenario, el 44% de las empresas declara tener dificultades para implementar programas de bienestar y el 29% enfrenta complicaciones vinculadas con beneficios de salud y licencias.
Esto configura una disyuntiva crítica: por un lado, los empleados demandan cada vez más soluciones de salud física y mental, mientras que por el otro, las organizaciones deben contener el gasto sin resignar competitividad en su propuesta laboral.
Flexibilidad, tecnología y personalización: lo que viene
A pesar de las restricciones presupuestarias, el 74% de las compañías prevé ampliar la oferta de beneficios en los próximos tres años. Según el informe, el 51% busca optimizar el valor cambiando de proveedor o mejorando sus condiciones, y el 72% planea utilizar estímulos específicos en momentos clave de la experiencia del empleado para reforzar la fidelización.
La tecnología aparece como una aliada estratégica: el 61% de las empresas ya avanza en soluciones digitales para mejorar la experiencia del empleado, tanto en la gestión de beneficios como en el acceso a información útil para tomar decisiones. Esto incluye plataformas de autogestión, asesores virtuales, apps de bienestar y herramientas de navegación para maximizar el uso de los recursos disponibles.
El talento se volvió escaso y caro
Tres de cada cinco empleadores reconocen que la competencia por el talento es hoy uno de los factores clave que definen su estrategia de beneficios. La puja por perfiles tecnológicos —como especialistas en IT, analítica de datos y ciberseguridad— obliga a muchas empresas a revisar su estructura de incentivos más allá del sueldo.
La Guía Salarial Argentina 2025 confirma esta tendencia: los beneficios no monetarios como la posibilidad de trabajo híbrido, la formación continua o el equilibrio vida-trabajo ganan peso en la toma de decisiones de los trabajadores. Las generaciones más jóvenes priorizan propuestas laborales alineadas con su propósito, salud mental y calidad de vida.
Más allá del salario: un nuevo contrato psicológico
La creciente valorización de los beneficios blandos no solo responde a una cuestión de costos, sino también a un cambio cultural. Las organizaciones que no logren adaptarse a esta nueva lógica corren el riesgo de perder talento clave o enfrentar altos niveles de rotación, con el consecuente impacto en la productividad.
Según el estudio de WTW, el rediseño de beneficios debe ser parte de una visión más integral del vínculo entre la empresa y sus colaboradores. Aquellas que logren ofrecer un entorno de trabajo flexible, con beneficios personalizados y oportunidades de desarrollo, estarán mejor posicionadas para enfrentar el clima económico adverso y salir fortalecidas en el mediano plazo.
Lo que piden las empresas al Estado
En paralelo, las organizaciones reclaman un marco regulatorio que facilite la inversión y la implementación de beneficios. La simplificación tributaria y administrativa, junto con acuerdos multisectoriales entre Gobierno, sindicatos y empresas, aparecen como condiciones clave para fomentar un entorno más competitivo.
En definitiva, el debate por los beneficios laborales no es solo una discusión interna de recursos humanos: se trata de una pieza estratégica en el modelo de negocios de las empresas argentinas que buscan sobrevivir, crecer y atraer talento en una economía que no da respiro.
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