Invirtió todos sus ahorros en Bitcoin, se hizo millonario y hoy viaja por el mundo: la historia de Didi Taihuttu

Hace 8 años, el empresario holandés tomó una arriesgada decisión que cambió su vida: abandonó la vida de lujos y apostó en el mundo cripto.

Junto a su esposa y tres hijas, comparten sus viajes por el mundo en YouTube e Instagram. 

En los últimos años, las criptomonedas pasaron de ser una idea experimental entre programadores a convertirse en una de las revoluciones financieras más significativas de nuestro siglo. Basadas en la tecnología blockchain, estas divisas digitales prometen descentralizar el dinero, eliminar intermediarios y redefinir la forma en que entendemos el valor y las transacciones.

Bitcoin, la primera y más conocida de estas monedas digitales, cambió la perspectiva del dinero. Desde su creación en 2009, por Satoshi Nakamoto, una persona o un equipo que utilizó el nombre como seudónimo, fue el catalizador para una serie de innovaciones tecnológicas y económicas alrededor del mundo. Siendo protagonista de subidas, caídas abruptas y debates intensos.

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En esta línea, surgen nuevas figuras en el ámbito público, jóvenes, adultos, y hasta grupos familiares completos, que confiaron en esta divisa, invirtieron su dinero y se convirtieron en emblemas de inspiración y éxito en el campo fintech. Y Didi Taihuttu es el mejor ejemplo.

A primera vista, el empresario holandés tenía todo lo que una persona desea: una mansión grande y lujosa para vivir con su familia, autos, motos y una exitosa empresa propia. Pero, aún cuando muy pocas personas creían en la divisa, Didi vendió todo lo que tenía para invertir en Bitcoins.

Así, junto a su esposa y sus tres hijas, abandonó la vida cómoda a la que estaban acostumbrados, y se mudó a un chalet en un camping, apostando por un futuro donde la criptomoneda sería su sustento financiero. Su visión no lo traicionó y hoy recorre el mundo llevando su conocimiento en materia de tecnología blockchain como bandera.

Didi Taihuttu, el hombre que apostó todo en criptomonedas y le salió bien

Didi Taihuttu nació el 26 de mayo de 1978 en Venlo, Países Bajos. Desde joven le interesaba todo lo referido al ámbito financiero y tecnológico, por lo que decidió estudiar la carrera de Economía Superior en Fontys Hogeschool en su ciudad natal. Tras varios trabajos temporales, decidió fundar su propia empresa de formación informática a los 24 años: IP Computer Training Centrum. Se dedicó a manejarla hasta 2017, cuando la historia cambió.

Su punto de inflexión fue un viaje de 9 meses por Australia y Asia, junto a su esposa Romaine y tres hijas. Durante los días de aventura, se encontró con comerciantes ya adentrados en el mercado de las criptomonedas. "Soy emprendedor, así que cuando escuché sobre bitcoin por primera vez, dije: 'Hagamos esto'", señaló a Business Insider.

Las charlas lo motivaron y tomó una decisión radical: vendió todo lo que tenía, desde su casa de 200 metros cuadrados, el exitoso emprendimiento, su auto y moto, hasta ropa y los juguetes de sus hijas, para invertir en la moneda digital. En ese momento, Bitcoin cotizaba alrededor de 900 dólares por unidad.

Es así como, sin nada más que confianza y fe ciega en esta tecnología, se mudó a un camping con su familia para vivir de forma nómade. "La gente dice: '¡Estás loco!'", comentó al medio estadounidense. Pero, solo un par de meses después, su elección se transformó en una clara visión: la divisa "se disparó" y alcanzó un valor histórico de 19.511 por moneda en aquel diciembre.

Y cuando su precio colapsó en 2018, negado a dejar atrás su sueño, decidió sumar aún más Bitcoins a su cartera de inversiones. Tan seguro como arriesgado, sus predicciones no volvieron a fallar: hoy son millonarios, recorren el mundo con sus criptoactivos como sustento y promueven un estilo de vida descentralizado.

Desde ese entonces, comparte sus viajes familiares y experiencias en las redes sociales, donde ya cosecha más de 92.000 seguidores en YouTube y supera los 40.000 en Instagram. Con más de 45 países recorridos, "The Bitcoin Family", tal como aparecen en las plataformas web, donaron la mitad de su dinero a obras de caridad y beneficencia, y publicaron un libro contando su historia.

“Entramos en Bitcoin porque queríamos cambiar nuestras vidas”, declaró Didi al medio estadounidense CNBC. Actualmente, casi ocho años después de la primera inversión, la familia ya no tienen cuentas bancarias ni bienes bajo su nombre, sólo una camioneta y ahorros en criptomonedas: guardan la fortuna en bóvedas secretas alrededor del mundo. Estas "carteras frías", escondidas en cuatro continentes distintos, son dispositivos sin conexión a Internet que forman parte de una estrategia para proteger el dinero de los fraudes cibernéticos.