28 de octubre 2025 - 08:30

La paciencia fue su gran estrategia con las criptomonedas: el comerciante que se convirtió en millonario

Sin promesas vacías ni apuestas arriesgadas, acumuló criptomonedas con calma y hoy maneja millones gracias a una estrategia sin ruido.

A fuerza de decisiones silenciosas y sin dejarse llevar por modas, juntó criptomonedas y terminó manejando millones con paciencia como aliada.

A fuerza de decisiones silenciosas y sin dejarse llevar por modas, juntó criptomonedas y terminó manejando millones con paciencia como aliada.

Pixabay

Invertir en criptomonedas no siempre se trata de comprar en lo más alto y vender en el pico. Muchos que hoy mueven millones lo hicieron al revés: compraron en silencio, sin hype, cuando nadie miraba. Esa fue la clave de una de las historias más inesperadas del mundo cripto.

Este es el caso de un comerciante que apostó con cautela, esperó sin desesperarse y transformó una práctica cotidiana en una estrategia de riqueza. Su nombre es Javed Khan, y su camino con el bitcoin arrancó sin que lo buscara.

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Compró criptomonedas cuando pocos confiaban, esperó sin apuro y logró sumar millones con una táctica simple: moverse cuando nadie mira.

Compró criptomonedas cuando pocos confiaban, esperó sin apuro y logró sumar millones con una táctica simple: moverse cuando nadie mira.

La historia de Javed Khan con las criptomonedas: comprar cuando nadie habla

En 2018, Javed Khan comenzó a usar bitcoin por una razón simple: le resultaba más fácil que lidiar con los bancos tradicionales. Lo utilizaba para enviar dinero de un lugar a otro, sin imaginar que esa costumbre lo llevaría a cambiar de vida.

Cada vez que dejaba unos bitcoins en su billetera, el precio subía. Entonces, en lugar de gastarlos, decidió guardarlos. Empezó a comprar más cada vez que el mercado caía y el ruido mediático desaparecía. Según su propia visión, ese era el mejor momento para entrar: cuando nadie prestaba atención.

Javed no se volvió loco. Invertía solo lo que podía perder sin comprometer su estabilidad. Y así, poco a poco, fue armando una cartera robusta sin sobresaltos ni apuestas extremas. No hubo movimientos bruscos, solo paciencia.

En 2020, la jugada rindó sus frutos: vendió parte de sus activos cripto y se compró un Bentley. Le envió un video a su madre desde el concesionario, y la emoción fue total. No por el auto, sino por lo que significaba: un cambio real logrado con estrategia y constancia.

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