22 de septiembre 2025 - 14:35

Venta simbólica por un dólar: Celulosa Argentina se reacomoda para evitar la quiebra

Esteban Nofal tomó el control de la papelera en crisis. Con plantas frenadas y patrimonio neto negativo, el futuro depende de la aceptación judicial del concurso y de la inyección de capital.

En mayo, Celulosa entró en default al no poder afrontar vencimientos de cheques y obligaciones negociables. 

En mayo, Celulosa entró en default al no poder afrontar vencimientos de cheques y obligaciones negociables. 

Celulosa Argentina, la mayor papelera del país y un emblema industrial con más de 90 años de historia, fue vendida por apenas un dólar. El nuevo controlador es el financista Esteban Antonio Nofal, dueño de CIMA Investments e hijo del recordado empresario Luis Nofal, cofundador de Torneos y Competencias.

El traspaso fue informado el viernes pasado a la Comisión Nacional de Valores (CNV) como hecho relevante, en un contexto donde la compañía se encuentra en concurso preventivo de acreedores por u$s128 millones y con su operatoria prácticamente paralizada.

Un cambio de control en plena crisis

Según la comunicación oficial, Nofal adquirió 452,6 millones de acciones clase B de los hasta ahora accionistas Douglas Lee Albrecht, José Urtubey y Juan Collado, y además tomó el control indirecto de las participaciones que Tapebicuá Cayman Limited tenía en la compañía. De esta forma pasó a concentrar el 45,5% del capital social y de los votos, desplazando al fondo Tapebicuá Investment Company como accionista mayoritario.

El documento presentado a la CNV precisó que el precio pactado por toda la operación fue de un dólar estadounidense, en contraste con el valor de referencia de mercado: el precio promedio de las acciones clase B en el último semestre fue de $282,1 por cada 100 acciones. El propio comprador adelantó que pedirá a la CNV la aplicación de una excepción para no tener que usar ese valor de referencia al momento de lanzar la oferta pública de adquisición (OPA) a la que está obligado por ley. El argumento es que la compañía ya se encuentra concursada y con severos problemas financieros.

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En agosto, el directorio de la compañía decidió solicitar la apertura de concurso preventivo para ganar oxígeno judicial y evitar la quiebra directa.

En agosto, el directorio de la compañía decidió solicitar la apertura de concurso preventivo para ganar oxígeno judicial y evitar la quiebra directa.

Antecedentes: default, concurso y pedidos de quiebra

La venta ocurre después de meses de deterioro. En mayo, Celulosa entró en default al no poder afrontar vencimientos de cheques y obligaciones negociables. Intentó una reestructuración de u$s128 millones de deuda, que incluía postergar pagos por dos años y capitalizar intereses, pero la propuesta nunca consiguió la adhesión suficiente de los acreedores. En paralelo, uno de sus principales proveedores, Tecmaco Integral, presentó en julio un pedido de quiebra en el juzgado civil y comercial de San Lorenzo, Santa Fe, por deudas impagas.

En agosto, el directorio de la compañía decidió solicitar la apertura de concurso preventivo para ganar oxígeno judicial y evitar la quiebra directa. Según la memoria presentada, la continuidad operativa dependía de conseguir nuevos socios que aportaran capital fresco. La llegada de Nofal se enmarca en ese proceso, aunque con un esquema de control que no despeja aún las dudas sobre el futuro.

Plantas paralizadas y balances en rojo

El panorama industrial es igualmente crítico. Las plantas de Capitán Bermúdez (Santa Fe) y Zárate (Buenos Aires) permanecen paradas desde fines de julio; sólo se realizan tareas mínimas de mantenimiento con personal reducido. En Corrientes, Forestadora Tapebicuá, parte del grupo, suspendió a más de 500 trabajadores y depende de subsidios provinciales. El propio balance al 31 de mayo de 2025 reveló pérdidas integrales por $172.634 millones, un desplome de ingresos del 44% interanual y un patrimonio neto negativo, configurando una situación de quiebra técnica.

En ese mismo documento, la empresa reconoció que “la situación financiera es totalmente atípica e inesperada” respecto de ejercicios anteriores, y advirtió que la imposibilidad de trasladar a precios la suba de costos dolarizados llevó a márgenes brutos y operativos en rojo. El comité de auditoría, por su parte, se abstuvo de emitir opinión por la magnitud de las incertidumbres.

Un financista con historial en empresas en crisis

La figura de Esteban Nofal no es ajena al mundo empresario. Su grupo, CIMA Investments, ya había ganado notoriedad en enero al comprar deuda por u$s447 millones de la agroexportadora Vicentin, también en concurso. La estrategia parece clara: apostar a compañías emblemáticas, en crisis financiera, con la expectativa de reestructurarlas y obtener control en condiciones favorables.

Ahora, con Celulosa bajo su mando, Nofal quedó obligado a lanzar una OPA a los accionistas minoritarios. Será clave ver si la CNV acepta la excepción pedida respecto del precio de referencia. En cualquier caso, el desafío inmediato será reactivar la producción y sostener el empleo, en un sector golpeado por la apertura de importaciones, la caída del consumo interno y el freno de la construcción.

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