El verano se caracteriza por lo días calurosos, con alta sensación térmica y nuestro cuerpo se enfrenta a uno de los peligros más importantes: la deshidratación. Nuestro cuerpo está formado en un 60-70% de agua, de ahí radica su importancia para la vida.
Importancia de la hidratación con altas temperaturas
La hidratación es necesaria en todas las edades, sobre todo en los días de altas temperaturas, pero debemos prestar especial atención a los grupos vulnerables.
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Algunas de las funciones más importantes del agua a nivel corporal son:
- Es componente de la sangre permitiendo el transporte de nutrientes.
- Elimina desechos a través de la orina que es fabricada por los riñones.
- Participa en la regulación de la temperatura corporal para mantenerla a una temperatura constante entre 36.5 y 37 grados.
La hidratación es necesaria en todas las edades, sobre todo en los días de altas temperaturas, pero debemos prestar especial atención a los grupos vulnerables que son:
Bebes: menores de 6 meses deben ser amamantados en forma frecuente ya que no pueden tomar agua. Se pueden hacer heladitos de leche materna.
Niños y niñas pequeñas, se debe ofrecer bebidas frescas varias veces al día. La bebida ideal es el agua. También se pueden hacer heladitos naturales caseros a base de frutas bien maduras.
Adultos mayores: tienen la característica de no sentir la sensación de sed por lo que debemos insistir para que consuman agua y evitar un cuadro de deshidratación.
La recomendación general de consumo de agua es de 2 litros por día (depende de la edad) lo que equivale a 8 vasos de agua por día.
Las bebidas más convenientes son:
Agua segura, en primer lugar. Significa agua potable, hervida unos minutos o con dos gotas de lavandina por litro de agua dejando reposar 20 minutos antes de su consumo.
Aguas saborizadas naturales: con menta, limón, jengibre, entre otros sabores.
Bebidas sin azúcar también se pueden utilizar, pero mi recomendación es dejarlas para las comidas principales mientras que en el resto del día es preferible hidratarse a base de agua. Las infusiones como el mate, tereré, te, mate cocido también aportan a la hidratación diaria, pero sin el agregado de azúcar para que su consumo sea más saludable.
En relación a alimentos como frutas y verduras aportan hasta un 20% de la hidratación diaria. En verano la sandía, el melón, las ciruelas, el tomate, pepino, son excelentes para consumir ya que más del 90 % de su composición es agua. Estos son solo algunos ejemplos ya que es beneficioso consumir todo tipo de fruta y verdura.
En los lácteos también encontramos alimentos que contienen buena proporción de agua. La leche está compuesta en un 88% por agua, por lo que su consumo se puede hacer a través de licuados, yogures, o sola cortando infusiones frías o calientes. Es importante destacar que no hay que esperar a sentir sed para hidratarse ya que la sensación de sed nos informa que el cuerpo ya está atravesando por un cuadro de deshidratación leve.
Tener botellitas a mano o vaso de agua en la cocina que nos recuerde que debemos tomar agua es una opción para evitarla. Algunos síntomas que indican falta de agua en el cuerpo son: dolor de cabeza, sed, confusión y aumento de la temperatura. De todas maneras, si luego de hidratarse los síntomas persisten hay que contactarse con un médico para un adecuado diagnóstico y seguimiento.
Nutricionista especialista en obesidad (MN 9739) Instagram: @lic.aracelivallone
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