"Argentina ya no tiene izquierda"

(José Saramago se permitió en su fugaz viaje a Buenos Aires lo que se permite a un Premio Nobel aunque sea de Literatura: interpretar el resultado electoral del domingo. Militante del comunismo, no se dijo convencido de que Néstor Kirchner sea un político de izquierda, condenó al llamado centroizquierda como una «tomadura de pelo» y sancionó la muerte de la izquierda en la Argentina. Fue en un interesante diálogo con Jorge Halperín por «Radio Mitre».)

Luiz Inácio Lula da Silva

PERIODISTA: ¿Cómo ve a esta Latinoamérica con gobiernos de discurso progresista? ¿Le despierta muchas ilusiones?

José Saramago: Los gobiernos nuevos siempre despiertan muchas ilusiones, pero son tan tontos. Mire, yo recuerdo que cuando Bill Clinton iba a ser elegido presidente, como era un hombre relativamente joven, y era guapo, la gente, los políticos decían «Todo va a cambiar». Con Tony Blair ocurrió exactamente lo mismo en todo el socialismo europeo.

P.: La Tercera Vía...

J.S.: Sí, la Tercera Vía, y la Cuarta Vía y la Quinta Vía, y nunca se llega a ninguna parte por ninguna vía.

P.: ¿Qué hay que hacer entonces?

J.S.: Hablar más de la gente y hablar menos de los gobiernos. Cuando se habla de los gobiernos, uno ve que se va uno y llega otro.Y nunca cambia nada. O poco. Por eso hay que hablar de los pueblos, de por qué ciertos pueblos quieren ciertos gobiernos. Por qué los admiten, por qué los permiten. Por qué se resignan a ellos. Eso es lo que cuenta.

P.: ¿Cómo lo explica?

J.S.: Ahora ejemplo, en estas elecciones del domingo. Yo soy una persona de izquierda y todo el mundo lo sabe, pero me he dado cuenta de que la izquierda desapareció del mapa electoral argentino. Y uno se pregunta: ¿no tiene la Argentina problemas que una concepción política, económica y social de izquierda pudiera ayudar a resolver, o directamente resolver? Seguramente sí. Pero el pueblo argentino no está interesado en la izquierda. Por lo tanto, ella no tiene ninguna representación. Y es al pueblo al que hay que preguntar por qué en un momento determinado parece que todo se orienta a una derecha, tipo Brasil. Tampoco las cosas en Brasil eran tan fáciles de comprender en este sentido, porque Lula ha sido y sigue siendo presidente con los problemas que tiene, con la corrupción en el PT. Por lo tanto, una vez más siempre van tropezar en la misma piedra. No era el pueblo brasileño, era Lula. Cuando después las cosas salen mal el culpable es Fulano, como si todos los que estuviesen abajo, porque hay una jerarquía y nosotros estamos abajo, no tuvieran ninguna responsabilidad. Acá Fulano lo ha hecho o no lo ha hecho. No es el gobierno, es lo que está debajo del gobierno. Pero lo cierto es que la izquierda no tiene peso en la Argentina.

P.: ¿Y el centroizquierda?

J.S.: ¿Qué es el centroizquierda? ¿Alguien me lo puede explicar? Es algo que se supone está a la izquierda del centro, pero inmediatamente, al lado, está una cosa que llamamos centroderecha. Son vecinos porque están juntos, los separa una raya. Y nadie está en el centro. Si la izquierda se está acercando al centro, en realidad se está acercando a la derecha (ríe). El movimiento es ése, la izquierda va en dirección a la derecha, puede ser que se detenga en el centro, y se llamará centroizquierda... Todo es una tomadura de pelo, no significa nada. Por ejemplo, en materia social ¿qué separaría al centroderecha del centroizquierda? No hay ninguna diferencia, y menos ahora con la globalización.

P.: Pero es difícil decir que Lula, Tabaré Vázquez o Kirchner sean de derecha...

J.S.: Es cierto, Lula no es de derecha, Tabaré no, Kirchner... bueno, dice que no es derecha (risas), pero lo que se debe decir es que en la Argentina no hay izquierda. El pueblo argentino ha dicho públicamente que no hay izquierda en la Argentina. Esto es lo que hay que plantear. Mañana quizá por una alianza se podría inventar un partido de centroizquierda, pero sabemos que el centroizquierda tendría que hacer la única política que es permitida ahora, que es una política de derecha, neoliberal desde el punto de vista económico, político, que haya menos Estado, lo que no significa que el Estado desaparece.

P.: ¿Cómo es eso?

J.S.: Es curioso, cada hay vez menos Estado, cada vez tiene menos responsabilidades,pero los impuestos no bajan,y el pueblo tiene derecho a preguntar en qué gastan su dinero, si no cumplen con la asistencia hospitalaria, con la educación y con nada. Por eso digo, hablemos menos de los gobiernos y más de los pueblos.

P.: ¿La culpa es de la izquierda o es del pueblo que haya decidido que no haya izquierda?

J.S.: Eso tendréis que averiguarlo vosotros. La izquierda, como yo lo entiendo, está en una crisis de ideas. Las ideas que tiene la izquierda en el fondo son ideas que pactarían muchas veces con ideas del centro. Está todo muy mezclado hoy. Alguien puede decir soy de izquierda, pero hay que preguntarle: Bueno, dígame cuál es la concepción que tiene de la sociedad de su país. Es muy difícil tener hoy ideas de izquierda claras, lúcidas, porque el peligro es que se expresan con palabras de hace cincuenta años, que no tienen sentido, o tienen poco. Son ideas con una retórica que está fuera del tiempo. Las batallas de hoy no se ganan con las armas de ayer, lo digo en el sentido más pacífico posible.