Candidatos pro-mercado, para seguir pagando y ajustando

Los candidatos que competirán en las PASO garantizan la continuidad del ajuste contra el pueblo trabajador como se acordó con el FMI. Sólo el Frente de Izquierda Unidad levanta la voz contra esta realidad de más miseria y decadencia.                                                                      

Empresarios, consultores  y el FMI: todos contentos con los candidatos “pro-mercado”.

Empresarios, consultores  y el FMI: todos contentos con los candidatos “pro-mercado”.

Ministerio de Economía

Luego del cierre de las candidaturas para las PASO del 13 de agosto, la lectura de los grandes empresarios locales y extranjeros, los consultores internacionales y el FMI fue coincidente: todos contentos, se trata de candidatos “pro-mercado”, “pro-empresarios”. Traducido: cualquiera de ellos garantiza la continuidad del ajuste contra el pueblo trabajador y el ajuste aún mayor que se viene desde diciembre próximo. Esta es una realidad, sea Massa, Bullrich, Rodríguez Larreta o Milei quien resulte elegido como próximo presidente.

El flamante precandidato presidencial y ministro de Economía Sergio Massa, deberá combinar sus roles. No sabemos qué va a prometer en sus discursos de campaña, pero sí tenemos claro que hará en su función ejecutiva. Su tarea principal consiste en renegociar con el FMI, para lo cual se la pasa tratando de convencer a los funcionarios del Fondo acerca del ajuste que ya se ha hecho.

Los números no dejan mentir: entre enero y mayo el gasto público (restando la inflación) se ajustó en un 7,5% real con respecto al año pasado. Las prestaciones sociales se achicaron un 9,5% y la masa abonada en concepto de jubilaciones y pensiones cayó un 5,4%. Los pagos de AUH se redujeron en términos reales un 14,2% y las asignaciones familiares que cobran los trabajadores en relación de dependencia un 39,7%. Los gastos de capital (obra pública) se redujeron por su parte en un 20,6%. Esta es la realidad concreta, con números del ajuste que ya se ha hecho, exigido por el FMI. Su contrapartida es el único rubro que creció este año en comparación con 2022: los pagos de deuda, que subieron un 17,8% en términos reales.

Como si todo esto fuera poco, está a la vista el terrorífico horizonte de pagos de deuda en lo inmediato. Ya vencidos el 21 y 22 de junio, y por lo tanto a abonar antes de fin de mes, hay 2.700 millones de dólares con el FMI. En julio hay que pagar otra cifra similar. Al mismo tiempo, también en julio, vencen 1.000 millones de dólares con los bonistas privados, del canje realizado por Martín Guzmán en 2020, en medio de la pandemia. Y, finalmente, habrá otro vencimiento en los primeros días de agosto por 700 millones de dólares.

Si sumamos todo, da 7.100 millones de dólares, que deben ser abonados antes de las PASO del 13 de agosto. Y este es simplemente el camino hasta la primera posta. Lo que sigue son más vencimientos, más pagos, una casi segura renegociación a fin de año, nuevas exigencias de mayores ajustes y de reformas estructurales, con ataques a las jubilaciones y a los derechos adquiridos de la clase trabajadora.

Frente a esta realidad hay una sola voz disonante, la del Frente de Izquierda Unidad, en la fórmula encabezada por Myriam Bregman. Sólo el FIT plantea dejar de pagar la deuda y romper con el Fondo, para poner en marcha un programa obrero y popular que resuelva las más urgentes necesidades de salarios dignos, trabajo genuino, educación, salud y vivienda. Lo otro es el viejo camino trillado y sin salida, de más ajuste, miseria y decadencia.

Economista, p re-candidato a legislador porteño por el Frente de Izquierda Unidad.

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