9 de septiembre 2019 - 00:01

Argentina 2001 vs. 2019: diferencias y similitudes

Hoy el sistema financiero en dólares es mucho más sólido de lo que era en el 2001. Y aunque no está completamente blindado, la probabilidad de un corralito hoy es más baja que la probabilidad que imperaba en aquel entonces.

La caída en las reservas del BCRA obligó al Gobierno a implementar un cepo parcial a la compra de moneda extranjera.
La caída en las reservas del BCRA obligó al Gobierno a implementar un cepo "parcial" a la compra de moneda extranjera.
Pixabay.

Y llegó el cepo. Aunque como dije por televisión, lo podríamos llamar “cepo con culpa”, cepo “light” o simplemente “cepito”. Luego de la disparada del dólar en la semana en que todos aprendimos la palabra “reperfilar”, el gobierno aplicó restricciones “tibias” (como los últimos cuatro años) para la compra de dólares.

Las medidas dieron cierto resultado y el dólar encontró una tregua, dándole un pequeño alivio a los argentinos. Pero vale decir que al cierre del viernes, el dólar “contado con liquidación” quedó en $65 en comparación con un mayorista en $56. Sumado esto a que la pérdida de reservas no afloja el ritmo, el pronóstico sigue siendo reservado.

La pregunta que me hacen muchos se repite incansablemente: ¿qué riesgo hay de tener un nuevo corralito?

Respuesta rápida: por motivos que voy a explicar, hoy el sistema financiero en dólares es mucho más sólido de lo que era en el 2001. Y aunque no está completamente blindado, la probabilidad de un corralito hoy es más baja que la probabilidad que imperaba en aquel entonces. Insisto: no son certezas, sino probabilidades de ocurrencia.

Argentina en el 2001

Por regulación, los bancos tenían la posibilidad de guardar una parte muy chica de los depósitos en dólares (encajes) y podían prestar los dólares no encajados sin restricciones.

El encaje (es decir, la cantidad de dólares que los bancos no podían prestar) estaba en torno al 10%. Es decir, que de cada u$s 100 dólares depositados, el banco podía prestar hasta u$s 90 y los otros u$s 10 se los daba al Banco Central en concepto de encaje.

Veamos este ejemplo: si Juan Pérez depositaba u$s 100 dólares, el banco encajaba u$s 10 en el Banco Central y le prestaba u$s 90 a Carlos Mengano. Carlos a su vez depositaba u$S 90, el banco guardaba u$s 9 y prestaba los otros u$S 81 a Pedro Picapiedras. Y así sucesivamente.

Este mecanismo es lo que se conoce como creación secundaria de dinero y genera un efecto multiplicador. De esta forma, el sistema bancario argentino creaba dólares como si fuera un banco estadounidense. Esta locura volvía al sistema muy vulnerable, ya que el BCRA nunca iba a tener la posibilidad de imprimir dólares en un momento de pánico en el que todos quisieran tener sus billetes físicos. Y eso fue exactamente lo que sucedió.

Argentina en el 2019

Hoy el encaje de los depósitos en dólares es del 50%. Es decir, a los bancos comerciales les quedan muchos menos dólares para prestar.

Pero además, los bancos no pueden prestarle dólares a cualquiera: sólo pueden prestarle a actividades que generen dólares, como los exportadores. Esto es algo muy importante, ya que limita fuertemente la creación secundaria de dólares. No hay una gran generación secundaria de dólares como sucedía antes. Existe, pero está mucho más limitada.

En síntesis, hoy los bancos pueden prestar una porción mucho más pequeña de los depósitos en dólares y sólo la prestan a quienes generan dólares, por lo que el efecto multiplicador es mucho menor. Esto hace que el sistema sea mucho más robusto.

Pero debe quedar algo bien claro: si todos los que tienen depósitos en dólares fueran a retirarlos al mismo tiempo, no habría dólares para todos. Una vez más, la situación es muchísimo más robusta que en el 2001, pero no está completamente blindada. Para eso, los bancos deberían encajar el 100% de los dólares en el BCRA.

Por ahora, un dato que hay que seguir de cerca es la cantidad de depósitos en dólares que se encuentran dentro del sistema financiero:

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Desde las PASO, los depósitos en dólares cayeron un 21%, cifra que sin dudas es alarmante. Aún así, nos encontramos con muchos más dólares en los bancos que durante los gobiernos kirchneristas,

Lo que realmente importa hoy es frenar la pérdida de reservas que está teniendo el Banco Central. Por eso va a ser importante ver los montos de liquidaciones forzosas que harán en los próximos días los exportadores. Necesitamos con urgencia revertir la tendencia de caída sin interrupciones de reservas que se vive después de las PASO.

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