La inflación de junio se ubicó en 1,6% y acumuló en el año una variación de 15,1%. Si bien estos datos pueden parecer menores en comparación con registros históricos recientes, representan un cambio profundo en las reglas del juego para las empresas argentinas. Para las pymes, en particular, el descenso sostenido de la inflación redefine las reglas del juego: obliga a revisar no solo sus precios, sino también su manera de pensar el financiamiento y la inversión desde una lógica estratégica.
De ganarle a la inflación a invertir con estrategia: el cambio cultural que atraviesan las pymes
Con la baja de la inflación, las pymes argentinas reconfiguran su vínculo con el crédito y la inversión: de la urgencia a la planificación.
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Las PyMEs argentinas atraviesan un nuevo escenario financiero tras años marcados por la inflación.
Durante años, el crédito en la Argentina funcionó como una herramienta defensiva. Endeudarse no solo permitía financiar capital de trabajo o proyectos de expansión, sino también una estrategia para cubrirse frente a la pérdida constante del poder adquisitivo. En un entorno donde las tasas reales eran negativas, tomar deuda podía ser una decisión racional para preservar valor. Hoy, con una inflación que se desacelera y tasas reales positivas, esa lógica pierde sentido económico.
Profesionalización en la toma de decisiones financieras
El nuevo contexto exige repensar el crédito no como refugio, sino como motor y volver a vincularlo con su función estructural: ser una palanca de crecimiento, productividad y eficiencia. Esto implica otra mirada sobre la gestión financiera pyme. Ya no se trata solo de operar bien; ahora también es necesario planificar financieramente, optimizar recursos y evaluar qué hacer con los fondos disponibles mientras esperan ser aplicados a producción o inversión.
En este nuevo escenario, muchas empresas están dando pasos importantes hacia una toma de decisiones más profesionalizada. Evaluar alternativas de financiamiento según tasas reales, plazos, perfil de riesgo y objetivos de negocio empieza a ser parte de la conversación habitual. También lo es considerar instrumentos de inversión de corto plazo para administrar los excedentes con inteligencia. El dato de inflación, en este sentido, no solo alivia cuentas, también habilita una mayor previsibilidad.
Nuevas herramientas y una nueva lógica para crecer
A su vez, se amplían las herramientas para acompañar este proceso. Hoy el ecosistema financiero ofrece mayor variedad de productos, más acceso a información y mayor capacidad para diseñar soluciones a medida. El desafío no está solo en ofrecer crédito, sino en ayudar a las empresas a tomar buenas decisiones: cuándo, cuánto y para qué.
En definitiva, la inflación ya no define todos los movimientos y eso cambia mucho más que una tasa: cambia el enfoque. Las pymes tienen hoy la oportunidad de salir de la urgencia y entrar en una etapa distinta, más planificada, donde el crédito vuelva a ser sinónimo de desarrollo. Acompañarlas en esa transición es, también, parte de nuestra responsabilidad.
Director Comercial de Mills Capital Group y Vicepresidente de Mills SGR
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