6 de febrero 2020 - 00:01

Alberto cerró gira europea con apoyo de Macron por la deuda

Se reunió en París con el presidente de Francia. Ese aval ya se suma al de Alemania, Italia y España para reestructurar el plan de pagos ante el FMI. Anuncios que anticipan mensaje del 1 de marzo.

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Alberto Fernández forjó ayer una alianza que puede ser decisiva para la salida de la crisis financiera que atraviesa el país, al recibir el compromiso de su par de Francia, Emmanuel Macron, de apoyar y “movilizarse” junto a sus socios a favor de las gestiones de Argentina para renegociar la deuda con el FMI.

Macron expresó su compromiso tras recibir al Presidente en el Palacio Elíseo, sede de la Presidencia de la República Francesa, en París, donde ambos mandatarios hicieron una declaración conjunta, antes de mantener un reunión privada y almorzar con sus equipos de trabajo.

“Francia acompañará y se movilizará con el Fondo Monetario Internacional y con otros socios, para ayudar a la Argentina a volver al camino del crecimiento de una deuda sostenible”, dijo el presidente galo frente a la prensa, en los jardines palaciegos. A su turno, Fernández le agradeció el apoyo: “Para nosotros eso es muy importante”. “Resolver el tema de la deuda es una condición necesaria para poder crecer y el FMI esta vez tiene que escucharnos y apoyar nuestra propuesta”, añadió el Presidente.

El contundente movimiento de Francia llegó en el cierre de la gira que Fernández lleva a cabo en Europa en busca de apoyos a sus gestiones por los problemas de deuda, en el marco de la cual cosechó también los respaldos de España, Alemania, Italia y el Vaticano, donde se entrevistó cara a cara con el papa Francisco.

El propio Fernández, al inicio de su intervención, dejó claro lo crucial de su viaje a Europa, marcó su prioridad de sellar alianzas con socios del Viejo Continente. “No tengo empacho en decir que soy un europeísta y esto tiene que ver directamente con la historia que tenemos en Argentina. Nuestra sociedad se formó con gente que bajaba de los barcos que llegaban de Europa”, afirmó Fernández. E insistió con que “Francia es un inversor muy importante en Argentina” y que “sus empresas están hace muchos años (en el país) y han persistido aun en los peores momentos de la economía argentina”. “Por eso tenemos gratitud y reconocimiento”, expresó Fernández y elogió el hecho de que las firmas galas “expresan lo mejor del capitalismo, que es invertir para producir y dar trabajo”.

Macron, quien en los últimos meses logró convertirse en la figura central de la Unión Europea (UE) en detrimento de la canciller Angela Merkel, buscó dejar en claro su capacidad de influencia favor de Fernández. Abonó la teoría de que Francia y Argentina pueden ser aliados internacionales y ejercer ambos un rol clave para la relaciones en sus respectivas regiones.

Además de expresar su respaldo concreto a las gestiones de Argentina ante el FMI para renegociar los plazos de su deuda, el mandatario europeo dijo que la situación económica del país era “una tema de preocupación” pero también de movilización” y garantizó que Francia iba a seguir apoyando los esfuerzos de “estabilización económica y de integración en la comunidad financiera internacional”.

En ese marco, el político liberal recordó los intereses que defiende al mencionar a los inversores franceses, “con 270 empresas y 70 mil empleos directos” en Argentina. El presidente francés tampoco ocultó la intención de dialogar y debatir con Fernández sobre las “crisis regionales” y mencionó concretamente las situaciones de Venezuela y Bolivia, con la intención, dijo, de “tratar de pacificar juntos estas situaciones y trabajar para que la unidad nacional prevalezca también en esos países”.

Por la mañana, Fernández trazó ante empresarios franceses las líneas generales del programa económico del Gobierno y les presentó el grave cuadro de situación con el que se encontró su gestión al comenzar hace poco menos de dos meses al señalar que con su antecesor Mauricio Macri la Argentina “vivió un 2001 por goteo”. “Con (el expresidente Mauricio) Macri vivimos un 2001 por goteo”, les dijo Fernández a los empresarios, en un juego comparativo con la severa crisis socio-política que atravesó el país hace 18 años, según relataron fuentes de la comitiva.

En un desayuno de trabajo con un grupo de directivos de empresas en la embajada argentina en París -primera actividad de su jornada en la capital francesa-, el mandatario reseño que la situación que heredó su administración “es, en números, peor en que en la post-convertibilidad”. Entre los 40 empresarios que desayunaron con el mandatario hay representantes de Air France-KLM, L`Oreal, Groupe Suez, Havas, Almston Transport, el Comité de Fabricantes Franceses de Automóviles, Dasault, Michelin, Rothschild y Total.

Los directivos, según los voceros, admitieron que tenían frenadas las inversiones en obras de infraestructuras y se mostraron interesados en saber de las restricciones que impuso el Ejecutivo a las operaciones con moneda extranjera, y que les impide girar utilidades. “El 70 por ciento de la obra pública está paralizada”, les respondió Fernández, como marca de la situación del país.

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