Tardíamente llegaron a periodistas de este diario amenazas de muerte a «ejecutar por nuestros comandos que ya dominan la calle» (textual) por haber publicado un suplemento sobre los días previos al 24 de marzo de 1976, golpe de Estado contra Isabel Perón. Es propio de la izquierda y no de los creyentes en la libertad victimizarse en exceso, sobre todo tratándose de la cobardía de anónimos. Sólo decimos que sufrimos con los militares del Proceso pero ello no nos llevó nunca a obnubilarnos y perder la objetividad periodística para contar el pasado vengativamente en forma distinta a como en realidad fue. En cuanto a las amenazas sobre nuestras vidas por informar libremente sólo recordemos lo que se dijo sobre este diario: que mucho más que con tinta se hace con huevos.
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