12 de junio 2007 - 00:00

Bendini lo hizo rabiar a Kirchner

Inevitable que la suspensión que ordenó ayer Néstor Kirchner del acto de reposición del grado a un militar castigado por hacer política bajo el gobierno de facto de Leopoldo Galtieri se relacionase con los dichos de Roberto Bendini sobre la necesidad de cerrar heridas del pasado. La paronomasia con declaraciones parecidas del obispo Bergoglio -según el Presidente, el verdadero jefe de la oposición- desató especulaciones obvias que no pudieron frenar las explicaciones sobre desarreglos de agenda. El gobierno vive con la agenda desarreglada, y por eso que alguien opine según el sentido común puede convertirse en causal de divorcio. Lo diga Bergoglio o Bendini, es una frase hecha que sólo puede criminalizar un discurso retorcido que privilegia adjetivos y adverbios por sobre sustantivos.

Un acto de ascenso a un militar, previsto para ayer en la mañana con la presencia de Néstor Kirchner y el jefe de Ejército, Roberto Bendini, fue suspendido por pedido del propio homenajeado, afirmaron fuentes del Ejército. No hubo nadie ayer en el mundo político que no vinculara esa postergación con un posible desagrado de la Casa Rosada por las palabras que Bendini pronunció en el acto de homenaje a los veteranos de Malvinas.

El domingo pasado, el jefe del Ejército llamó a «cicatrizar las heridas» del pasado. Hizo esas declaraciones al ser consultado por el nuevo capítulo del enfrentamiento entre la Iglesia y el gobierno que surgió tras manifestaciones del cardenal Jorge Bergoglio, quien cuestionó a los que se «pasan maldiciendo el pasado para sacar ventaja en el presente y en el futuro». La soledad institucional de Bendini pudo palparse ya en la conmemoración del veterano en el Colegio Militar, no hubo funcionarios de Defensa, la propia ministra avisó diez minutos antes que no iba a asistir y tampoco se hizo presente el candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires y vicepresidente, Daniel Scioli.

El mal clima con Bendinino es novedad, aunque hay que reconocerle cierta independencia de criterio que quiebra hasta órdenes de Garré. No pudo confirmarse si hubo represalias de la ministra a Bendini por haber invitado al ex coronel Mohamed Alí Seineldín a otra ceremonia de reconocimiento al veterano que se llevó a cabo en la ciudad chubutense de Sarmiento el 28 de mayo pasado. El 2 de mayo Garré había ordenado por escrito a los cuatro jefes militares que no debía homenajearse a miembros de las Fuerzas Armadas que hubieran participado en asonadas contra la democracia.

El acto suspendido ayer tenía como objetivo ascender al entonces mayor del Ejército Eduardo Horacio Gentiluomo, militar que integró el denominado Grupo de los 33 Orientales. Este sector de oficiales mayoritariamente peronista se opuso al gobierno de facto y, en 1976, Leopoldo Galtieri los pasó a retiro obligatorio. El encuentro -del que también iba a participar la ministra Garré- quedó programado para la semana entrante.

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