29 de abril 2020 - 00:01

Congreso discute a las apuradas sobre sesiones con mixtura presencial-virtual

La titular del Senado revoleó una propuesta a Juntos por el Cambio -despreció al resto de las bancadas- para sacar gente del recinto. Ella sí podrá estar, junto a otras autoridades. Juntos por el Cambio contesta hoy. Cámara baja saltea reglamento con mayor margen. Alertas varias por sistema.

Acotada. Cristina de Kirchner, José Mayans (Frente de Todos), Luis Naidenoff (Juntos por el Cambio) y la secretaria administrativa de la Cámara alta, María Luz Alonso (de espaldas), con distancia ajustada y sin barbijos.

Acotada. Cristina de Kirchner, José Mayans (Frente de Todos), Luis Naidenoff (Juntos por el Cambio) y la secretaria administrativa de la Cámara alta, María Luz Alonso (de espaldas), con distancia ajustada y sin barbijos.

Prensa Senado.

Cristina de Kirchner le revoleó ayer una propuesta a Juntos por el Cambio para sesionar de manera virtual, pero con témpera de “mixta” -sólo el protagonismo de ella y de las autoridades de la Cámara alta en el recinto- y se diferenció del titular de Diputados, Sergio Massa, quien trata de alimentar el acuerdo inicial logrado anteanoche con toda la oposición para realizar encuentros mixtos que incluirá un porcentaje de legisladores presentes junto a autoridades de la Cámara baja y jefes de bloque.

La realidad marca que, tras alargar durante varias semanas la siesta en los recintos, el Congreso buscará saltear las cuestiones reglamentarias y apurar sesiones para la semana próxima. Sin embargo, la curiosa velocidad kirchnerista, ahora acompañada de algunos guiños macristas -los senadores contestarán hoy a la propuesta de la titular de la Cámara alta-, choca con cuestionamientos que la oposición quiere dejar saldados para evitar nuevos bochornos a una actividad legislativa cargada de tropelías.

En Diputados, y tras el inicio de un acuerdo el lunes a última hora entre Massa y los jefes de bloque de la oposición, la comisión de Modernización avanzó ayer con algunos puntos del nuevo protocolo a aplicar. En resumen, no habrá sesión presencial ni cambio de reglamento, sino un protocolo a convalidar con tres cuartos de los legisladores presentes, en un encuentro que será “mixto”.

La reunión en cuestión, que el oficialismo quiere apurar para la semana próxima, contaría con los titulares de bancadas y las autoridades en el recinto. También, con un porcentaje proporcional de legisladores por cada bloque, mientras que el resto del pleno estará conectado de manera remota.

Durante el encuentro de la comisión de Modernización fue clave la participación de la radical Dolores Martínez, experta en este tipo de procesos. Allí no se firman dictámenes, y hoy se retornará de un cuarto intermedio para finalizar el protocolo que intentará ser avalado y despachado, en las próximas horas, en la comisión de Peticiones de la Cámara baja.

Martínez recordó que la falta de respuestas se da tras años de olvidos con respecto a estos sistemas -durante el macrismo se invirtió y se recuperó algo del tiempo perdido- y que el protocolo se basa en tres puntos: la plataforma digital; el reconocimiento de datos biométricos a través del Renaper, tema que trató Massa ayer en reunión con el ministro del Interior, Eduardo De Pedro; y el alojamiento de la información, que será a través de la empresa Arsat.

“Hay que probarlo y ponerlo en funcionamiento antes de la realización de una sesión para minimizar el impacto ante desperfectos que, en líneas generales, siempre ocurren al tratarse de un producto nuevo”, señaló Martínez. Además, la legisladora dejó claro que la Cámara baja deberá tener un “plan de contingencia que especifique cómo se va a actuar en caso que falle la conectividad, o la certificación de los diputados y el momento de la votación”, entre otras cuestiones.

Una cuestión no menor que Cristina de Kirchner no incluyó en su propuesta: cómo mediar para la presentación de proyectos y las reuniones de comisión, ya que la actividad en el Congreso fue restringida sólo a iniciativas relacionadas con el coronavirus. Por caso, un texto del macrista Fernando Iglesias sobre las últimas decisiones que tomó el Ejecutivo en cuanto al Mercosur fue rechazado en las últimas horas.

Martínez y Silvia Lospennato (PRO) exigieron un calendario para contemplar un plan de auditorías y pruebas piloto, pero el oficialismo deslizó sus ganas de avanzar hoy en la comisión de Peticiones y dejar el camino liberado para que Diputados pueda sesionar la semana próxima, en medio del atolondramiento de Massa. El Senado también corre -clave la respuesta de las próximas horas de Juntos por el Cambio en esa cámara-, y se gatilló una insólita disputa entre Cristina de Kirchner y el tigrense para ver quién activa primero el recinto. De no creer.

Para hoy también quedó pendiente la reunión de la bicameral de trámite legislativo, tras un cuarto intermedio acordado anoche, luego de analizar más de 20 DNU firmados por el Ejecutivo desde el aterrizaje de la pandemia. El objetivo será dictaminarlos hoy, luego del aval que se daría en la comisión de Peticiones de Diputados, y evitar cuestionamientos reglamentarios. Es decir, todo atado con alambres.

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