Cristina de Kirchner junto a Rafael Correa, momentos antes de tomarse la fotografía oficial. El ecuatoriano fue uno de los principales críticos a EEUU por el Wiki-escándalo.
Por Matías Ortega, enviado especial a Mar del Plata.- Tal como anticipó Ámbito Financiero el viernes, en el documento final de la Cumbre de Iberoamérica no hubo condena hacia EEUU por la masiva filtración de cables secretos de la diplomacia norteamericana. Así, primó la postura Argentina - y de otros países cercanos a la potencia- por sobre el ala más dura de la región que integran Venezuela, Ecuador, Cuba y Nicaragua. Sin embargo, el tema no estuvo ajeno a la hora de los debates.
El contenido al que quiere acceder es exclusivo para suscriptores.
La no firma de una declaración contra EEUU se confirmó luego de que el canciller Héctor Timerman comunicara los acuerdos alcanzados junto a sus pares, de los cuales ninguno se refiere al Wiki-escándalo. Sólo hubo condenas a la actividad petrolera en Malvinas por parte de Gran Bretaña y al bloqueo comercial a Cuba, además de otra serie de documentos, entre ellos el más importante (la Declaración de Mar del Plata) por la cual los países se comprometieron a invertir en la próxima década u$s 100.000 millones en educación en la región.
La decisión de vetar una condena tomó forma definitiva luego de que la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, se comunicara la semana pasada con la presidente Cristina de Kirchner para darle "explicaciones" por la filtración de documentos por parte del sitio WikiLeaks. Los cables que se referían a la Argentina son especialmente polémicos ya que indagan sobre la salud "física y mental" de la mandataria, describen el manejo del poder de los K, y hasta mencionan presuntos vínculos de funcionarios con la corrupción, el narcotráfico y el espionaje político.
Había preocupación en EEUU - y también en la Argentina - ante la posibilidad de que la Cumbre se transformase en un foro anti norteamericano. Sin embargo, las ausencias del venezolano Hugo Chávez y del boliviano Evo Morales, ambos protagonistas de algunos de los cables, diluyó en cierta medida los temores. Es que Cristina de Kirchner había tomado el compromiso ante la funcionaria estadounidense de no entrar públicamente en el escándalo internacional por la masiva filtración de cables secretos de EEUU a través del sitio de Internet WikiLeaks. Por eso, la Presidente se bajó de la conferencia de prensa de cierre de la Cumbre y evitó así preguntas incómodas referidas al episodio diplomático que conmociona al mundo.
La postura argentina, junto a la de otros Estados como Brasil, Colombia o Chile, de mantener el silencio ante el Wiki-escándalo fue finalmente la que se impuso a la hora del documento final frente al ala más dura que representaban Venezuela, Ecuador y Bolivia.
Sí hubo vía libre a los mandatarios para que se refieran al Wiki-escándalo a la hora de los debates. Uno de los discursos que se esperaba con expectativa era el del ecuatoriano Rafael Correa, que ya en la previa había dicho que EEUU "traicionó la confianza de los países". Pero al momento de hacer uso de la palabra en el plenario de presidentes no hizo mención específica al caso. El primero que se refirió al tema fue el canciller cubano Bruno Rodríguez Padilla, quien criticó duramente a la Casa Blanca. No hubo mención por parte de la presidente de la Corte Suprema de Nicaragua, quien centró su discurso en el diferendo territorial que su país mantiene con Costa Rica.
Otro que tomó la palabra contra EEUU por el escándalo diplomático fue el canciller venezolano, Nicolás Maduro, y expresó su "más profundo repudio" a lo que calificó como una "inmensa operación de intriga política y de espionaje". El funcionario caribeño consideró el hecho como una "violación de derechos de los Estados" y particularmente contra la "revolución bolivariana".
Sin embargo, al final de su exposición el reemplazante de Chávez en la representación de Venezuela moderó su discurso y estimó que este escándalo diplomático puede permitir "una reflexión" a nivel internacional. Por último, llamó a "renovar las relaciones" entre países.
En tanto, también había expectativa por lo que pudiera decir el vicepresidente boliviano, Álvaro García Linera, quien llegó al país en representación de Evo Morales. Uno de los cables filtrados por el sitio creado por Julian Assange se refería a que EEUU había buscado en Cristina de Kirchner ayuda para controlar al mandatario del altiplano y tratar de acercar posiciones con la Casa Blanca.
García Linera cargó duro contra EEUU y dijo que existe una diplomacia imperial de espionaje, al tiempo que acusó a la administración norteamericana de buscar la desestabilización de América Latina. No permitamos que estas informaciones, esta forma de proceder, generen conflictos entre nosotros. Buscan separarnos, bramó el segundo de Evo Morales. En tanto, resaltó que el subcontinente no va a caer en ese tipo de provocaciones.
Argentina está en una etapa de mejorar las relaciones con EEUU, sobre todo por la intención de cerrar definitivamente un acuerdo conveniente para el pago de la deuda con el Club de París y un acercamiento con el FMI, que mandará técnicos al país en los próximos días para colaborar con el saneamiento de las estadísticas del INDEC. La posición de la potencia del Norte será clave, y es por eso que en Balcarce 50 se trabajó para disminuir el impacto de la embestida contra EEUU en la Cumbre.
Dejá tu comentario