9 de enero 2007 - 00:00

Gerez está en su tercer secuestro

Estresado, Luis Gerez fue trasladado a un nuevo sitio protegido en el conurbano de Buenos Aires. Mandó a decir que quiere salir del encierro, poder hablar, como si estuviera ante un segundo cautiverio, ahora estatal.
Estresado, Luis Gerez fue trasladado a un nuevo sitio protegido en el conurbano de Buenos Aires. Mandó a decir que quiere salir del encierro, poder hablar, como si estuviera ante un segundo cautiverio, ahora estatal.
Luis Gerez comienza ya a sufrir síntomas de claustrofobia. El gobierno de la provincia de Buenos Aires custodia celosamente al militante kirchnerista y lo traslada diariamente o día por medio de lugar, sin previo aviso y sin que nadie lo sepa. Buscan mantenerlo aislado y protegido, aunque no se sabe de quién.

Apenas empezó a superar el shock emocional que sufrió tras su secuestro, el fuerte operativo de seguridad que lo rodea ya le provoca ansiedad por retomar su rutina diaria de albañil. Solamente Emilio Pérsico, vicejefe de Gabinete de Felipe Solá, su esposa Mirta Praino y sus compañeros de militancia de Pensar Escobar, Alberto Fernández de Rosa, el concejal Hugo Cantero, Jorge Altamirano y Orlando Uviedo tienen acceso, cada vez que la SIDE, la Policía Bonaerense y la Federal se lo permiten, a la intimidad de Gerez, quien ya fue trasladado de paradero, sin previo aviso, al menos en tres ocasiones.

Primero, estuvo unos días en San Fernando, en la casa de su mujer, luego fue trasladado a la quinta que el actor «Paco» Fernández de Rosa tiene en Escobar y ahora reside en algún lugar de la zona norte de la provincia. Su círculo íntimo está preocupado por el aislamiento que sufre y porque la investigación no avanza. «Hace una semana que nos vienen diciendo que están por dar con el galpón donde estuvo secuestrado Luis, pero no tenemos ninguna novedad», deslizó ante este diario una de las pocas personas que tienen acceso directo al albañil kirchnerista.

En Escobar, tanto Pérsico como Fernández de Rosa descartan que la desaparición de Gerez se haya tratado de una interna kirchnerista. Tampoco sospechan de Luis Patti, a quien ni siquiera se citó a declarar ante los fiscales Andrea Palacios, Facundo Flores, Irene Molinari y Paula Gaggiotti. Ante la parálisis de la investigación, la cúpula del gobierno bonaerense ya sospecha que un sector de la Policía Bonaerense está encubriendo a la banda que secuestró a Gerez.

  • Régimen

    «El quiere volver a la normalidad, está aislado. Sigue bajo el régimen de protección de testigos y espera ansioso que se encuentre a los responsables», detalló otro de los allegados al militante de Escobar, que pidió anonimato para cumplir con las directivas del gobierno nacional de «desmediatizar» el caso.

    Solá y Pérsico en la provincia, más Aníbal Fernández y Oscar Parrilli en la Nación, son los encargados de seguir día tras día el caso y reportar a Néstor Kirchner, quien hoy regresa de Santa Cruz tras 10 días de silencio oficial sobre el caso.

    Al Presidente le preocupa que el secuestro quede impune y ya ordenó protección oficial para Orlando Uviedo, el otro testigo que declaró en mayo ante la Cámara de Diputados, cuando se impugnó el diploma de diputado electo de Patti.

    Ayer, el ministro del Interior no aportó datos nuevos y se dedicó a fustigar a la oposición. Fernández dijo que la dirigente del ARI, Elisa Carrió, tiene una «doble moral fenomenal» y la acusó de haber construido desde «el odio», en respuesta a las declaraciones de la diputada acusando a Kirchner de haber mentido en relación con el caso Gerez y de haber montado una «operación política» en torno a la aparición del albañil.

    Y Pérsico se encargó de desdecirse: aclaró que nunca dijo que Gerez estaba siendo liberado mientras el Presidente daba su mensaje por cadena nacional.

    El funcionario provincial y líder de los piqueteros del Movimiento Evita reiteró que tanto Kirchner como quienes se encontraban en Casa de Gobierno en ese momento estaban consternados por la desaparición de Gerez, teniendo el antecedente de lo sucedido con Jorge Julio López.

    Pérsico afirmó que «la gravedad del hecho, donde actuaron bandas residuales vinculadas a la represión, no admite fisuras ni larvadas interpretaciones que sólo sirven a los enemigos de la recuperación que vive el país».
  • Dejá tu comentario

    Te puede interesar