Los candidatos de la izquierda criolla se pusieron ayer en carrera para copar el escenario que creen les rendirá mejores frutos en la campaña electoral, el Foro Social Mundial, una de las cumbres principales de la izquierda internacional.
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Esta vez el Foro -en su tercera convocatoria tras sesionar en dos oportunidades en Porto Alegre, Brasil-tiene previsto sesionar en Buenos Aires entre el 22 y el 25 de agosto con el pretexto de debatir la crisis del modelo neoliberal en la Argentina y los desafíos para el movimiento global.
En realidad, esa liga mundial que crece en la medida en que declinan los partidos de la izquierda en todos los países acompaña a los candidatos de ese signo en sus campañas electorales en todos los países. Esta vez tocan urnas en la Argentina y la izquierda cree que en el fragor de los cacerolazos y al son del «que se vayan todos» tiene una oportunidad única en la historia de hacerse con un pedazo de poder. Por eso echa mano del gran recurso de montar un escenario mundial como el que proporciona el Foro de San Pablo.
Esta vez la reunión se concentra, para acercar agua al molino de sus socios locales, en debatir las soluciones que el arco de la izquierda que concurrirá a esa reunión propone para la Argentina.
Ayer, un comité de organización del Foro Argentino adelantó desde las estatales aulas de la UBA que llegarán a Buenos Aires cerca de 200 organizaciones sociales -es decir partidos y otro tipo de sellos de gomapara participar de los debates.
El Foro Social desde hace dos años se propuso mantener un debate paralelo al Foro Económico Mundial que se reúne anualmente en la ciudad suiza de Davos para debatir el rumbo de la economía en el mundo.
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