19 de abril 2006 - 00:00

Kirchner pide un "nuevo periodismo"

Néstor Kirchner reclamó ayer en la Casa Rosada el surgimiento de «plumas jóvenes» que representen al nuevo periodismo, en otra ofensiva contra la prensa, a la que ya le había pedido una autocrítica.
Néstor Kirchner reclamó ayer en la Casa Rosada el surgimiento de «plumas jóvenes» que representen al nuevo periodismo, en otra ofensiva contra la prensa, a la que ya le había pedido una autocrítica.
Néstor Kirchner volvió a criticar ayer en duros términos a sectores de la prensa a los que no identificó, pero les recriminó que lo tilden de «autoritario» por responder a los cuestionamientos y decir lo que «piensa».

El Presidente (que está en la actividad política desde hace 30 años) se expresó de este modo durante un acto en el que anunció obras públicas para la provincia de Corrientes, que encabezó en la Casa Rosada. El jefe de Estado indicó además que «hay que pensar» sobre la crisis que atravesó la Argentina y aseguró que «no hubo sólo responsabilidad de la dirigencia política, sino de los medios, de los periodistas, de muchos de ellos que acompañaron la década del 90». «El gobierno -agregó- va a seguir invirtiendo porque creemos en la construcción de un país industrial, en la concepción del valor agregado a todos nuestros productos primarios y en la visión keynesiana de la inversión en la economía», señaló.

Durante la ceremonia realizada en el Salón Sur de la Casa Rosada, Kirchner estuvo acompañado por el vicegobernador de Corrientes, Tomás Pruyas; el ministro del Interior, Aníbal Fernández, y el secretario de Obras Públicas, José López.

  • Conceptos salientes

  • Aquí los principales conceptos del Presidente:

  • Evidentemente para seguircreciendo con equidad y justicia hay que abrir las compuertas a las nuevas generaciones, a aquellos que no vienen traumados por pensamientos que a veces nos sectarizan, o aquella división de la clase dirigente argentina que cree que para llegar al gobierno tiene que apostar al fracaso del que gobierna.

  • Por el contrario, creo que nuestro país está ansioso de tener proyectos alternativos, pensados, racionales, que no tengan las reacciones de que porque soy opositor tengo que decir que todo está mal, o porque escribo en algún diario tengo que decir algo, entonces para decir algo y para que no me confundan con que soy o no oficialista tengo que mostrar un perfil opositor así no diga la verdad.

  • Esto pasa en la Argentina, a veces se lo mandan a hacer el dueño de algunos medios y a veces a algunos que creen que escribir o ser periodista significa tratar de mostrar grandes diferencias con las cosas que un gobierno puede llevar adelante, en vez de mostrar una calidad intelectual, investigativa, seria y responsable en el análisis, donde la elevación de su capacidad intelectual, de la capacidad de escribir, de la capacidad de analizar, de la capacidad de estudiar, dé elementos fundados.

  • Cuánta falta le hacen a nuestro país plumas serias, responsables, fundadas, para poder encontrar esa visión que genere las verdades relativasque ayuden a construir una verdad desprovista del odio, provista de la calidad investigativa e intelectual que este país necesita; desprovista del oportunismo, pero provista de la seriedad y la responsabilidad que este país necesita para la recuperación de la autoestima, de amar y querer lo argentino.

  • A veces uno escucha decir que las cosas que pasan en la Argentina no pasan en ningún lado, por las diferencias y discusiones que pueda tener la dirigencia en sus distintos lugares, me parece que tendrían que recorrer un poco el mundo y tendrían que amar más a los argentinos, basta de tanto desprecio.

  • La democracia es todo, la democracia es saber pensar diferente, es reconocer lo bueno del otro; la democracia también es decir lo que uno piensa y no tener miedo, es lo que le digo a la clase dirigente. Porque acá hay algunos organismos que dicen que cuando uno piensa distinto a algunos periodistas o a algunos medios por allí, está violando la libertad de prensa. Es decir, no hay actitud más autoritaria, no podemos pensar diferente que lo que piensan algunos medios de prensa porque si no somos autoritarios.

  • Evidentemente ése es el concepto para tratar de decir cualquier cosa y que no se pueda responder nada. Se terminó esa Argentina paternalista y tutelar de intereses vernáculos que no tienen nada que ver con la realidad concreta del país que nosotros queremos construir.

  • Yo, argentinos que están acá y que me miran por televisión, como no especulo con quedarme sentado en una silla y me interesa lo que piensa el pueblo, cada cosa que sienta y vea que es diferente la voy a decir, porque no le tengo miedo a ninguno de esos organismos corporativos, ni tampoco le tengo miedo al oportunismo de aquellos que creen que se pueden hacer un nombre en el periodismo escribiendo insultando,mintiendo o agraviando.No importa que lo hagan, cada uno tendrá su conciencia, sabrá cuál es la verdad que dice y qué es lo que estudia de cada tema antes de hablar, porque a veces hay muchos artículos que dan pena por el poco nivel intelectual que tienen -con todo respeto- el poco nivel investigativo y el poco acompañamiento con la verdad.

  • También hay que terminar con el paternalismo sobre la sociedad, hay que escuchar la voz del pueblo, hay que escuchar por qué la gente piensa de determinada manera y hay que tratar fundamentalmente de entender por qué a la Argentina le pasó lo que le pasó, y no es solamente responsabilidad de la dirigencia política, hubo responsabilidad de los medios, de muchos periodistas que acompañaron a este desastre, que acompañaronla década del 90, que callaron, que ayudaron a agudizar las contradicciones.

  • También creemos en la visión keynesiana de la inversión en la economía que es primordial, y en ello la construcción de infraestructura, que es fundamental para hacer un país. Para algunos hacer puentes, autopistas, rutas, viviendas, es gasto público, para estos economistas que siguen defendiendo la filosofía del 90, Martínez de Hoz y compañía, es gasto público para la República. «Cuánto van a gastar», dicen. Claro, en esas casas van a vivir familias, se pegan ladrillos, se genera mano de obra e infraestructura, se conecta y se integra al país. Pero cuando hay una visión de un paisito evidentemente para ellos es un gasto público porque ven a la Argentina como una dependencia de otros centros.
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