9 de octubre 2007 - 00:00

Nostálgica de lo que otros vivieron, Cristina va por voto progresista

Fervor popular. Néstor y Cristina Kirchner se dieron ayer en La Pampa un baño de masas. La candidata saludó, pero con alambrado de por medio.
Fervor popular. Néstor y Cristina Kirchner se dieron ayer en La Pampa un baño de masas. La candidata saludó, pero con alambrado de por medio.
En la opacidad de la no campaña, apenas despabilada por espasmódicas caminatas de videoclip y shows guionados junto a coroneles del PJ, Cristina Fernández volverá fugazmente a merodear un continente ideológico que cada vez frecuenta menos: el centroizquierda.

En un guiño a la pluraridad concertadora, la candidata adjuntó a su agenda una escala inesperada: este sábado, en Parque Norte, clausurará una jornada convocada para analizar los «desafíos» del progresismo vernáculo. Un regreso nostálgico a épocas pasadas, pero no vividas por la senadora, quien descubrió este extremo del dial cuando su marido fue presidente. Antes, dedicó toda su vida al verticalismo pejotista (que sigue cultivando en Santa Cruz).

Luego de su paso por Nueva York, Berlín y París, en una pausa de sus recurrentes disertaciones ante empresarios, la primera dama se rodeará, para la ocasión, de dirigentes del poblado colectivo del centroizquierda que tributa, o es tributario, del kirchnerismo.

El circo lo montan, en bloque, los socialistas K del trío Rivas-Basteiro-González, el Frente Grande de Eduardo Sigal, el ARI kirchnerizado que ordena Graciela Ocaña, el Frente Transversal de Edgardo Depetri y el Partido Intransigente de Gustavo Cardeza.

Sobrevuela, siempre estelar en los mitines del progresismo criollo, Chacho Alvarez. Hay que remontar el almanaque -quizá hasta el 11 de marzo de 2004- para detectar un show de perfil centroizquierdista del que hayan participado Néstor Kirchner o su esposa.

La definición que más agrada a la organización es pretenciosa: es, dicen, un encuentro de la «izquierda democrática», los movimientos sociales y el sindicalismo alernativo. Hay que seguir detenidamente ese dato: está prevista la presencia de Hugo Yasky, titular de la CTA.

Detrás del título que habla de los «desafíos del centroizquierda», la jornada figura como una parada de campaña de Cristina. Visto así, Yasky -que nunca fue un crítico pero tampoco se puso la camiseta Khará un gesto expreso de respaldo a la primera dama.

  • Estrella

    Hay que seguir el rastro de Depetri, ferviente detractor del peronismo ortodoxo y el mayor lobbysta kirchnerista para que la Casa Rosada otorgue la personería jurídica a la CTA.

    Se esperan, según los que invitan, unos mil dirigentes de todo el país. No habrá un mínimo resquicio para «pejotistas» para no contaminar el contenido y tono de la cumbre « progre» y Cristina Fernández será, naturalmente, la invitada estrella de la velada.

    Hace tiempo, Chacho martilla con la teoría de que la Concertación Plural kirchnerista tiene una pata peronista y una radical pero que le falta una pata progresista. Empujó, sin éxito, para tejer esa trama pero fue Alberto Fernández quien lo logró de hecho.

    El jefe de Gabinete, naturalmente con la venia de los Kirchner, salpicó la lista de diputados nacionales del Frente para la Victoria (FpV) con dirigentes de centroizquierda: premió, por caso, a los socialistas con tres lugares entre los primeros 23. Dos, al menos, «a salir».

    Caída la visita a Chile, donde pensaba fotografiarse con Michelle Bachelet y anudar el circuito regional de « progresismo racional» que inició con Lula Da Silva -ni se le ocurrió ir a Venezuela o a Bolivia- la senadora podrá el sábado mostrarse con una dama chilena.

    Se trata de Isabel Allende Bussi, senadora del socialismo chileno, hija del ex presidente Salvador Allende, que aceptó viajar a Buenos Aires y tendrá la difícil tarea de explicar por qué Bachelet le mezquinó una postal de campaña a su vecina trasandina.

    Allende compartirá mesa con Chacho Alvarez, el brasileño Marco Aurelio García y el uruguayo Roberto Conde. En el atril local, que inspeccionará los errores y tropiezos del progresismo vernáculo, se codearán Yasky, Depetri, Rivas, Ocaña, Vilma Ibarra y Carlos Heller.

    A contrarreloj, el operador chachista José Vittar, junto al vicejefe de Gabinete, Jorge Rivas, el secretario del PS Oscar González y Oscar Laborde, ladero de Depetri, readaptaban ayer todas las agendas. El show se había programado para el 20 de setiembre pero para « meterlo» en la campaña, se mudó para este sábado.
  • Dejá tu comentario

    Te puede interesar