Tras el triunfo del último domingo, el oficialismo logró triplicar el número de bancas propias en el Senado. Con el recambio legislativo, La Libertad Avanza quedará muy cerca del tercio propio. Además, tendrá una pecera más amplia en la que pescar los votos necesarios para avanzar con las reformas que impulsa Javier Milei. En esa Cámara, recalará Patricia Bullrich, que se prepara para usar el recinto como vidriera de cara a las elecciones del 2027. La ministra de Seguridad apuesta a dar la pelea por la jefatura de Gobierno y desplazar al PRO de su principal bastión. ¿Qué le sugieren los asesores?
Patricia Bullrich se prepara para jugar un rol protagónico en el Senado
La ministra de Seguridad apuesta a usar la Cámara alta como vidriera de cara a los comicios de 2027, en los que se encamina a ser la candidata a jefa de Gobierno porteña por La Libertad Avanza. ¿Qué le recomienda su entorno para lucirse en un recinto en el que el Gobierno tiene pocos cuadros políticos? Su vínculo con Victoria Villarruel.
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El 10 de diciembre, La Libertad Avanza tendrá una composición mucho más favorable en el Senado. Allí, el oficialismo pasará de tener 6 senadores propios a 18. Con el agregado de las seis bancas del PRO. Así, los libertarios quedarán al filo del tercio propio en la Cámara que conduce Victoria Villarruel. Se trata del número mágico que se necesita para frenar un juicio político y para blindar cualquier veto presidencial.
Durante el primer tramo del mandato de Milei, ningún libertario se destacó. En su mayoría, mantuvieron bajo perfil, en buena medida por su corta (o nula) experiencia legislativa. Así, la bancada que conduce el jujeño Ezequiel Atauche quedó librada a la buena de dios. Para colmo, fue la cara de la derrota en una seguidilla de triunfos opositores, en los que la oposición, junto con los aliados del Gobierno, le pintaron el tablero de verde casi por completo cuando se sancionaron leyes como la del Garrahan, la del Financiamiento Universitario y la Emergencia en Discapacidad. Lo mismo pasó con la aprobación de las leyes impulsadas por los gobernadores.
Algún libertario de ese bloque se quejó, en diálogo con este medio, que desde la Casa Rosada los mandaron al muere en muchas sesiones que resultaron trágicas para los libertarios. Para colmo, a Victoria Villarruel, enfrentada con el Gobierno de Javier Milei, la dejaron afuera de todas las conversaciones. Con las manos vacías, la vice no tuvo nada qué ofrecer para frenar cualquier tipo de embestida opositora.
Así las cosas, el oficialismo fue llevado “de las narices”, sobre todo por el poderío de Unión por la Patria, que hasta el 10 de diciembre contará con 34 bancas propias.
Ahora bien, el 10 de diciembre, se abre un camino para Patricia Bullrich, tras el triunfo contundente en las elecciones del 26 de octubre. Es de las pocas libertarias que, pese a que la bancada se triplicará, cuenta con experiencia política y parlamentaria. Además de peso político propio.
Senado: una vidriera para Bullrich
El Senado será, para la ministra de Seguridad, el escenario ideal para lucirse con la mira puesta en los comicios del 2027. Bullrich aspiraría a ser la candidata de La Libertad Avanza en la pelea por la jefatura de Gobierno porteño, hoy en manos de Jorge Macri.
Es por eso que en las últimas horas, los rumores en torno a que Bullrich ocupe la presidencia provisional del Senado fueron puestos en duda desde su entorno. Es que creen que no es el rol indicado para que la porteña pueda destacarse. “Estar en la línea de sucesión presidencial es un chupete de madera”, dijeron quienes la frecuentan. Es que, por tratarse de un rol institucional, la senadora electa –intuyen- terminaría “acartonada”.
Es por eso que imaginan otro lugar para ella: la presidencia del bloque de La Libertad Avanza. “Necesita conducir desde abajo a las fuerzas del cambio para reconstruir la mayoría de 39”, dijeron fuentes bullrichistas.
Con ese número, se referían a la mayoría que logró construir Villarruel apenas se puso en marcha el gobierno libertario, y que fue decisivo para el reparto de las sillas en las comisiones así como también para anotarse algunos triunfos clave, como la sanción de la Ley Bases y del Paquete Fiscal. Un año después, los enfrentamientos de Milei con los gobernadores llevaron a que los libertarios quedaran prácticamente aislados en el Senado.
Bullrich tiene llegada directa a Milei.
En ese objetivo que se habría puesto para sí, Bullrich tiene otro punto a favor (además de su experiencia y peso propio). Es cercana al jefe de bloque del PRO, Martín Goerling. Es más, el amarillo había sido su candidato para conducir la bicameral de Inteligencia. Pero cuando el asesor presidencial Santiago Caputo metió la cuchara para que esa silla quede en manos de Edgardo Kueider (hoy detenido por la tenencia de u$s200.000 en Paraguay), UP y la UCR se alinearon y pusieron a Martín Lousteau al frente de ese cuerpo.
Es decir, la cercanía de Bullrich con el misionero le facilitaría el trabajo en equipo, más allá de las intenciones del presidente del partido del PRO, Mauricio Macri, de preservar la identidad amarilla. Ni hablar si ambas bancadas confluyeran en un interbloque.
Por último, y a diferencia de Villarruel, Bullrich tiene línea directa con el Presidente, clave a la hora de entablar negociaciones con los bloques dialoguistas. Podría obrar de interlocutora. Y, en oposición a Atauche, la ministra tiene trayectoria política y -aseguran en su entorno- el respeto de los que serán sus pares.
Es decir, tendrá un mayor margen de acción para consensuar con el resto de los espacios. Así como también, contará con la posibilidad de lucirse (ya sea desde lo discursivo o con resultados concretos) en la campaña del '27.
Villarruel y Bullrich cara a cara
El Senado tendrá a dos mujeres de peso como protagonistas. Por un lado, a Villarruel. Por otro, a Bullrich. La gran duda es cómo será el vínculo entre ambas. Mientras que Bullrich es de las preferidas de Milei, la Vice quedó relegada a tal punto que la fórmula presidencial dejó de seguirse en Instagram esta semana.
“Depende más de Villarruel”, dijeron desde el entorno de la ministra. “Patricia es dura con los duros y blanda con los blandos”, la describieron quienes la frecuentan. Y aseguraron que la porteña “va a empezar con el pie derecho”. Asimismo, recalcaron que, debajo de ambas, hay muchos interlocutores.
Así las cosas, en el bullrichismo esperan que Villarruel “se ubique” luego de los resultados del último domingo; que tenga “un rol más pasivo” y que se limite a cumplir su “rol institucional”.





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