La decisión del gobierno de Néstor Kirchner de no enviar -a pesar del pedido formal-fuerzas de seguridad para garantizar la realización de la asamblea generó un duro cruce entre el ministro del Interior, Aníbal Fernández, y el vicerrector de la UBA, Aníbal Franco.
El contenido al que quiere acceder es exclusivo para suscriptores.
La semana pasada, Franco había girado una nota al gobierno con la firma de nueve decanos solicitando que se despliegue un operativo de seguridad para que la asamblea universitaria pueda sesionar y elegir al nuevo rector, luego de cuatro intentos fallidos.
Pero el fin de semana, Fernández informó que no custodiarían la sede del Colegio Nacional Buenos Aires donde se realizaría el encuentro.
El ministro arguyó que otros decanos, los que conforman el bloque opositor que postula a Alfredo Buzzi, le pidieron que «no envíe policías».
«La UBA está partida y si no encuentra una solución dentro de sus claustros, no será la Policía la que dirima esta cuestión», aseguró Fernández, y planteóque «si existe un pedidounánime de toda la comunidad universitaria», autorizará la presencia de fuerzas de seguridad. En tanto, Franco advirtió que «nueve de los trece decanos» del Consejo Superior pidieron, en vano, un operativo de seguridad para garantizar la elección del rector.
Agregó, luego, que el titular de la cartera política «ha dado un dato que no es el adecuado. Señala que hay seis decanos, que la universidad está partida, y no es así». Luego esa información fue corregida por sus laderos, porque el número real era de seis, no de cuatro.
Desde la UBA se planteó, a su vez, que el artículo 31 de la Ley de Educación Superior faculta al rector -o, en este caso, vicerrector a cargo- para convocar la asistencia de la «fuerza pública».
Desde esa óptica, voceros de la UBA afirmaron ayer que el ministro transgredió la «autonomía universitaria» al resolver por «decisión propia» y « contrariamente a las leyes» sobre una facultad de la universidad.
Dejá tu comentario