Sin acuerdo sobre su nuevo jefe, la Unión Cívica Radical (UCR) definirá este viernes nuevas autoridades en un escenario de fractura frente a Javier Milei. Mientras el correntino Gustavo Valdés habría descartado la posibilidad de suceder a Martín Lousteau en la presidencia del partido, el radicalismo se encuentra dividido entre el lote de gobernadores aliado a La Libertad Avanza que encabezan Alfredo Cornejo (Mendoza) y Leandro Zdero (Chaco) y el sector de Evolución junto al mandatario jujeño Carlos Sadir y al santafesino Maximiliano Pullaro, más enfrentados al gobierno nacional.
Se renuevan autoridades de la UCR: nadie quiere hacerse cargo del partido
El centenario partido deber renovar autoridades del Comité Nacional este viernes, en medio de una nueva crisis interna frente a Javier Milei.
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Juan Pablo Valdés asume la gobernación de Corrientes y estira el misterio sobre su gabinete
Gustavo Valdés no confirma si aceptará presdir la UCR. Hoy asumió como senador provincial.
Valdés, que integra el lote de gobernadores de Provincias Unidas, ya habría comunicado que no está dispuesto a hacerse cargo del partido que se encuentra dividido internamente en una virtual guerra de guerrillas entre los radicales con "peluca", los radicales opositores de Lousteau y Gerardo Morales, y los que hacen equilibrio como el mandatario de Corrientes quien hoy deja la gobernación en mano de su hermano Juan Pablo para asumir como senador provincial.
Cumbre UCR
En ese contexto, este viernes los 106 delegados nacionales se reunirán en el Comité de la calle Alsina, en la Ciudad de Buenos Aires, para definir al sucesor de Lousteau, quien no tiene intención de continuar al frente del espacio. Casi el 50% responde al eje Morales-Evolución (Lousteau), el sector que apoya a Valdés representa un 30% y Cornejo, aliado de Milei, controla a un 20% aproximado de los delegados nacionales.
Para aceptar presidir la UCR, Valdés quería alinear al partido de manera interna, una aspiración difícil de lograr. Ante ese escenario asumir la jefatura del radicalismo tiene mas costo que beneficio político teniendo en cuenta que se trata de una partido atomizado que se encuentra dividido en la Cámara de Diputados y cuyos gobernadores tienen distintas posturas frente a la Casa Rosada.
"Si no asume Valdés el partido va a estar presidido por alguna figura menor que hará el papel de síndico hasta que se decrete la quiebra", respondió con ironía una fuente al tanto de las negociaciones ante la consulta de Ámbito. De cara a la cumbre de este viernes, lo más probable es que la presidencia del partido la asuma la riojana Inés Brizuela y Doria, actual vicepresidenta primera del Comité Nacional de la UCR o algún dirigente que responda al santafesino Pullaro, aunque desde su entrono también descartaron que el gobernador tenga interés en hacerse cargo del sello.
El efecto Javier Milei
En Diputados, el triunfo electoral de La Libertad Avanza en las legislativas nacionales del 26 de octubre astilló al bloque radical en cuatro pedazos. La bancada oficial que conducía Rodrigo De Loredo se fracturó una vez más. Con un perfil netamente opositor aparece Democracia para Siempre, con Pablo Juliano al frente. La tercera bancada, comandada por el neuquino Pablo Cervi, pasó a llamarse La Liga del Interior, aunque se los conoce como los “radicales con peluca”, por su afinidad con el Presidente. Mientras que Mario Barletta armó monobloque con el insólito nombre “Unidos”.
La presidencia de Martín Lousteau estuvo marcada por una fuerte división interna entre quienes buscaban ser oposición a Milei y los que consideraban que la mejor opción era acompañar al gobierno. Esa discusión se vio en el funcionamiento de los bloques en el Congreso y también en las alianzas electorales de este año: Leandro Zdero (Chaco) y Alfredo Cornejo (Mendoza) acordaron con los libertarios, mientras que Valdés, Maximiliano Pullaro (Santa Fe) y Carlos Sadir (Jujuy) eligieron conformar el frente Provincias Unidas.
Lousteau, que la semana pasada juró como diputado nacional, integra las filas de Provincias Unidas y no el bloque de la UCR, que quedó conformado con los legisladores menos reticentes al oficialismo. Valdés no logró que todas las tribus boina blanca acaten su liderazgo. En su provincia descartó aliarse a La Libertad Avanza (LLA) y reeditó la aventura con su frente Vamos Corrientes, que a nivel nacional integra el sello Provincias Unidas (PU).
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