Las pujas internas en el radicalismo están a punto de convertirse en enfrentamientos sin cuarteles. El eje de la última fue el voto desempate de Julio Cobos por el 82% móvil, que menos de 24 horas después vetó Cristina de Kirchner. Según trascendió, la orden de mantener la votación 35 a 35 para que el mendocino incline la cancha se gestó en Olivos. Así, el kirchnerismo buscó dejar en off side a Cobos ante la esperada andanada de críticas posteriores por no "respetar su rol constitucional". La segunda intención política de permitir el desempate fue posicionar al Vicepresidente por encima del diputado Ricardo Alfonsín en la carrera de las pre-candidaturas. Los alfonsinistas sospechan que el Gobierno buscó menguar el crecimiento en la intención de voto del hijo del "padre de la democracia".
El contenido al que quiere acceder es exclusivo para suscriptores.
Lo cierto es que pocas horas después de la sanción de la ley que otorgaba los aumentos jubilatorios sin especificar origenes de los fondos, los caciques del oficialismo tomaron los micrófonos para defenestrar a Cobos. "Traidor", fue el latiguillo que más se escuchó. Ante esa embestida, que incluyó a funcionarios, diputados, senadores y dirigentes K, la senadora coterránea de Cobos, Laura Montero, reclamó a la cúpula de la UCR una defensa institucional de la investidura vicepresidencial. A las pocas horas llegó.
"Las respuestas, ante este tipo de agresiones, no se dan por las personas sino por la investidura del cargo que ocupa esa persona y se dan a través de la respuesta institucional frente a un poder del Estado, como es el Ejecutivo y al partido político que lo respalda", dijo la ex ministra de Economía de Mendoza, cuando su jefe político era mandatario provincial.
El mensaje de Montero tiene destinatario: Ernesto Sanz. "He visto declaraciones de apoyo a Cobos de Margarita Stolbizer y del Peronismo Federal. Y entiendo que Sanz tendrá que hacer un comentario al respecto ya que es el presidente del partido el que tiene que dar su opinión, aunque sabemos que está dentro de una línea interna distinta, ya que se ha inclinado públicamente por el proyecto presidencial de Ricardo Alfonsín".
La legisladora ultra-cobista consideró que frente a estas situaciones "hay que dar respuestas institucionales para que el país pueda vivir en un ejercicio democrático y republicano real".
Ayer, el Vice ensayó un defensa personal con tono irónico. Para replicar la acusación de "okupa" del cargo que le propinó la Presidente, el ex gobernador de Mendoza apeló a una humorada y desafió al Gobierno a pedirle el juicio político. "Cleto se ocupa de los problemas de la gente, de los jubilados, de la educación. Esto es una realidad. No se puede pedir la renuncia. Acá hay un mecanismo constitucional que puede pedir quien crea que no esté ejerciendo mi función de vicepresidente", señaló.
Poco después de la queja de Montero, Sanz salió "en nombre de todo el radicalismo" a "defender al vicepresidente" y a apoyar la "legitimidad social" de su desempate, en línea con el voto de la bancada radical.
"El Gobierno no se banca que tenga más legitimidad social el voto de Julio Cobos que el veto de la Presidenta (Cristina Kirchner). Otra vez el oficialismo, descargando su furia contra el vicepresidente, muestra una película gastada y sin sentido", remarcó Sanz, mendocino como Cobos.
El senador insistió, además, que "Cobos hizo una vez más lo que tenía que hacer: defender el consenso mayoritario y a una importante franja poblacional desprotegida". Y destacó que "el radicalismo, así como gestó y acompañó el desempate de la 125, gestó y acompaña el desempate de Cobos del 82 por ciento móvil e insiste en que el veto de la Presidenta es una medida arbitraria, injusta e hipócrita".
Cobos todavía no fue reincorporado oficialmente a las filas de la UCR. En los meses previos a la elección presidencial de 2007, un comité radical le quitó el carnet de afiliación por integrar la fórmula con Cristina de Kirchner. Los popes partidarios juran que hasta no abandone al Gobierno no se lo devolverán.
Dejá tu comentario