11 de diciembre 2006 - 00:00

Un informe técnico en la Cancillería que objeta las pasteras en el Uruguay

Roma - Un informe secreto elaborado por un grupo de científicos de la prestigiosa Universidad La Sapienza de esta ciudad, entregado hace una semana a la Cancillería argentina, cuestiona los argumentos de las consultoras que contrató el Banco Mundial y que sirvieron para acordar el préstamo a la finlandesa Botnia. Es parte del material científico y político que se llevó del país el enviado a mediar en la puja con el Uruguay por las plantas contaminantes. Ese informe lo encargó el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel cuando encaró una tarea mediadora que no fructificó, salvo por este informe que es parte clave de la Argentina en la mediación real y también en la querella por los cortes de puentes que inició Uruguay en la Corte Internacional de La Haya que se discutirá la semana que viene en esa ciudad. El miércoles, además, la oposición al gobierno de Kirchner forzará una sesión especial de la Cámara de Diputados para discutir esta cuestión que se politizó el fin de semana cuando grupos peronistas quebraron el corte en Concordia. Con esto, el tema papeleras vuelve al centro de la puja electoral en el país, que es como nació antes de las elecciones de 2005.

Adolfo Pérez Esquivel
Adolfo Pérez Esquivel
Roma (especial para el diario Ambito Financiero) - Desde hace una semana, Jorge Taiana tiene sobre su despacho un informe que puede ser herramienta central en el debate con el Uruguay por las pasteras contaminantes que se libra en varias sedes, la principal ante la corona de España. El mediador enviado por Juan Carlos I se llevó de Buenos Aires ese reporte científico -en realidad, partió con dos en su equipaje; el segundo es de naturaleza política y lo elaboró el vicecanciller Roberto García Moritán- y lo usará en la negociación que promete será exitosa ante la finlandesa Botnia para torcer su negativa a admitir que hay un problema de contaminación a resolver en el río Uruguay.

La segunda sede de esa puja entre los dos países es la Corte Internacional de La Haya, donde la semana que viene hay fecha para una audiencia por el reclamo de medidas de amparo que hizo el Uruguay por actual corte de puentes hacia ese país por parte de los vecinos de Entre Ríos que rechazan las obras.

Según un grupo de expertos en economía, química y medio ambiente de Roma, el informe exculpatorio que hicieron las consultoras EcoMetrix y Hatfield sobre los eventuales daños ambientales de las plantas por construir nunca pudo servir de base al Banco Mundial para conceder los créditos y avales a la finlandesa Botnia (otro crédito a la española ENCE quedó en suspenso al comunicarse la paralización de las obras, por lo menos en su lugar original ante la ciudad argentina de Gualeguaychú).

Ese informe, a cuyo texto accedió este diario, lo encargó el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel cuando intervino oficiosamente como mediador de la querella con el Uruguay, una tarea que no continuó, pero es el origen del informe de expertos de una de las universidades más prestigiosas del mundo, la universidad de Roma La Sapienza.

El dictamen lo emitió un equipo científico que dirige el ambientalista Marcelo Enrique Conti (trabaja en el Departamento de Economía de La Sapienza) e integran el farmacólogo Claudio Botré, el economista Francesco Botré y el ambientalista Alessandro Alimonti. Ellos afirman que el informe de esas dos consultoras (sobre el que se basó no sólo el crédito del Banco Mundial a Botnia, sino también lo emplea el Uruguay en su demanda ante La Haya) es «un conjunto de informaciones disgregadas sin oportuna estructuración de las informaciones». Juzga, además, el estado de las plantas como si fueran de dimensiones reducidas cuando se trata de grandes plantas.

También le reprocha a esa consultoría que se agota en una descripción de las plantas cuando debería formular propuestas de integración ambientales. Tampoco formulan esas consultoras criticadas por estos científicos juicios sobre la actividad futura de las plantas y su interacción con el medio ambiente, limitando el análisis a su situación actual.

El director del equipo, el economista Conti, es vicepresidentede la Academia Internacionalde Ciencias Ambientales y se desempeña como investigador de La Sapienza y también como editor de diversas publicaciones científicas del tema ambiental.

  • Puntos salientes

    Aquí, los principales párrafos del informe.

  • El documento EcoMetrix parece no considerar en su totalidad los posibles factores de riesgo con necesaria suficiencia. Parecen no estar consideradas en general las bases de los normales procesos de Evaluación de Impacto Ambiental (EIA). Hay lamentablemente poca información orgánica sobre los cuadros de referencia de programa, de proyecto y de medio ambiente en el marco de la EIA. El documento EcoMetrix parece no haber considerado los desarrollos recientes relacionados con la directiva de la Valuación Ambiental Estratégica (VAE)1. Esta directiva de la Unión Europea (UE) que -si bien pertenece a la Comunidad Europea- tiene validez absolutamente general tiene como objetivo el de garantizar un nivel elevado de protección del medio ambiente e individualizar en la VAE un importante instrumento para la integraciónde las consideraciones ambientales al momento mismo de elaboración y adopción de planes y programas relacionados con el medio ambiente, con el objetivo de promover el desarrollo sostenible.   

  • Los datos relativos a la programación industrial en general son insuficientes, y en este sentido, no se pueden sacar conclusiones generales que serían muy necesarias para el desarrollo de la zona. Por ejemplo, no hay noticias suficientes sobre la vida media de la pastera y sobre las estimaciones que puede haber al respecto en los impactos futuros (por ejemplo, salud de la población en tiempos largos). (...) El tema del futuro tratamiento de los residuos peligrosos, no solamente en fase de funcionamiento de las pasteras, sino también en fase de desmantelamiento de éstas cuando dejen de producir, tendría que ser entonces considerado. La reutilización y saneamiento de los sitios industriales abandonados es un tema muy importante en Europa actualmente y parece no haber sido considerado por EcoMetrix.

  • El informe EcoMetrix puede ser considerado como un conjunto de informaciones interesantes,una buena reseña que puede ser tomada como punto de partida. Presenta entonces muchos temas, más como una recopilación de datos y elenco de problemas sin resolver que como propuestas de gestión de éstos.   

  • Faltan consideraciones relativas a la ecodinámica de los sistemas involucrados. Esto se revela más importante cuando más grandes son las dimensiones de las plantas y cuanto más numerosos son los componentes involucrados. Causa sorpresa que todas las evaluaciones respecto de los efectos, reales o presumidos, de la realización y del normal funcionamiento de la planta propuesta sobre el ecosistema que lo recibe sean presentadas haciendo referencia, en la mayor parte de los casos, a otras plantas y a otros ecosistemas.

  • La base de datos presentada es de carácter indicativo y desorganizada sin ningún tratamiento de tipo estadístico. Los datos de análisis de contaminantes, efluentes, emisiones, etc., están tratados con aproximación sin coherente justificación científica. Los datos que provienen de diferentes fuentes de información y hechos en distintos períodos vienen adquiridos para el informe en el mismo modo.   

  • No se entiende por qué un proyecto de enorme importancia a nivel mundial no haya construido preliminarmente una industria piloto en escala reducida para hacer la verificación de los impactos en pleno funcionamiento obteniendo así datos reales de impacto. El enorme esfuerzo económico que se está haciendo justificaría este tipo de estrategia, en el interés de la salud y la calidad de vida de las poblaciones involucradas, además del interés estrictamente comercial de la empresa.

  • Se observa carencia absoluta de consideración de un tema importante como la evaluación del riesgo. En el informe EcoMetrix hay poca claridad sobre el proceso de blanqueo llamado impropiamente ECF-light. El informe no objeta y no presenta datos claros sobre la posible contaminación derivante del uso del dióxido de cloro en las plantas.
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