Ubicado entre las calles Vilela, Capitán Freire y la avenida García del Río, el Parque Saavedra es uno de los espacios verdes más emblemáticos de la Ciudad de Buenos Aires. A lo largo de más de un siglo y medio se convirtió en el centro social y afectivo del barrio ubicado en el norte porteño que lleva su nombre, un punto de encuentro donde conviven historia, identidad barrial y una creciente valorización inmobiliaria.
Un pulmón en el norte porteño: dónde está el primer parque público del país, su historia y cuánto cuesta vivir allí
Conocido en sus orígenes como Paseo del Lago, es anterior al Parque 3 de Febrero. Tiene vida barrial y gastronomía. Los precios del mercado inmobiliario de esta zona.
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Vista aérea de parte del Paque Saavedra y la geografía oval de este punto del norte de CABA próximo con la Avenida General Paz
Inaugurado el 27 de abril de 1873 junto con la fundación del “pueblo homónimo”, el Parque Saavedra es considerado el primer parque público de la Argentina, anterior al Parque 3 de Febrero (en Palermo), que abriría dos años más tarde. En sus orígenes fue conocido como Paseo del Lago, por los canales artificiales bordeados de árboles y góndolas que surcaban su superficie, un diseño inspirado en los jardines europeos de la época.
Florencio Emeterio Núñez, último intendente del Partido de Belgrano, fundó la sociedad Núñez y Compañía junto a José María Mascías, Antonio Etchegaray, Juan Montes y Joaquim Pedro de Rocha, con el objetivo de urbanizar la zona y vender terrenos. De ese proyecto surgieron el parque, la estación ferroviaria y un nuevo polo residencial dentro de lo que por entonces era el partido de Belgrano.
El primer espacio verde del país
Según Hugo Campos, presidente de la Junta de Estudios Históricos de Saavedra y Núñez, “este espacio fue un factor clave en el desarrollo del barrio, porque consolidó su identidad y atrajo a nuevos vecinos que buscaban un entorno residencial con amplias áreas verdes”.
Mapa antiguo de la zona (Foto Gentileza: Museo Histórico de Buenos Aires “Cornelio de Saavedra”)
Campos recuerda que, en 1913, el parque fue rebautizado como Brigadier General Cornelio de Saavedra, luego de una remodelación impulsada por Clemente Onelli, entonces director del Zoológico porteño. Aquellas obras incluyeron la canalización del arroyo Medrano, la construcción de un torreón con puente levadizo —que se cerraba de noche— y un molino holandés que ocultaba un tanque de agua para riego.
Con el paso del tiempo, la expansión urbana modificó su entorno, pero el Parque Saavedra mantuvo su rol como punto de encuentro. A pesar de las inundaciones —la más grave en 2013—, continúa siendo uno de los pulmones verdes más concurridos del norte de la Ciudad.
Ilustración del antiguo Parque Saavedra, cuando el arroyo Medrano aún atravesaba la zona (Foto Gentileza: Museo Histórico de Buenos Aires “Cornelio de Saavedra”)
Campos subraya que el parque “sigue siendo el corazón del barrio” y advierte que su desarrollo debe contemplar “nuevas infraestructuras verdes absorbentes” para adaptarse a los desafíos del cambio climático.
Conexion barrial
En torno al parque se consolidó una identidad vecinal fuerte, con clubes, parroquias, centros culturales y una vida comercial en expansión. La esquina de Vilela y Superí conserva el legado del cantor Roberto “Polaco” Goyeneche, vecino ilustre del barrio, y el escudo de Platense (tuvo su cancha antes de cruzar la General Paz, en Avenida Crámer y Manuela Pedraza, cerca del púlmón verde), símbolo de unión con Vicente López.
Frente al Parque Saavedra, intersección de Vilela y Superí. Un mural une el legado del cantor de tangos "Polaco" Goyeneche con el escudo de Platense (campeón por primera vez este año en la Primera División), dos símbolos del barrio
“Saavedra mantiene una identidad única, sostenida por su comunidad y sus espacios culturales. Es un barrio que combina historia y calidad de vida”, resumió Campos.
En los últimos años, sobre todo tras la pandemia, el parque ganó visitantes de otros barrios cercanos como Villa Urquiza, Núñez y Belgrano. La apertura de cafés, tiendas de pastelería y locales gastronómicos transformó su fisonomía, sumando una nueva vida comercial a la tradicional tranquilidad residencial.
Pulso inmobiliario
Román Paikin, del Colegio Inmobiliario Porteño, destacó que “el parque es más que un espacio verde; es un eje que influye positivamente en la cohesión social y en el bienestar de los vecinos. También es un referente cultural, rodeado de monumentos, obras y una flora que distingue al barrio”.
Presencia de casas y chalets sobre la calle 20 de Febrero
Según Paikin, el crecimiento de nuevas construcciones en los alrededores redujo la proporción de metros verdes por habitante, pero aumentó el valor inmobiliario del sector. “Las propiedades que rodean el parque alcanzan precios elevados, sobre todo las casas con jardín o piscina. En esta zona predominan las operaciones de venta, más que de alquiler”, explicó.
Los datos de portales inmobiliarios como Cabaprop y Argenprop indican que las propiedades próximas al parque oscilan entre u$s 300.000 y u$s1.200.000, con un promedio de u$s500.000 a u$s600.000 para chalets de dos plantas con jardín y quincho.
A la altura de Rogelio Yrurtia esquina Alfonsina Storni. Allí está la Parroquia San Juan Bautista Precursor (Foto Gentileza: San Román Propiedades)
En tanto, en otras áreas del barrio —más cercanas a avenida Cabildo o Balbín— los alquileres de departamentos monoambientes parten desde $420.000 mensuales; los de dos ambientes, desde $550.000 y los de tres ambientes, desde $700.000.
La mirada del mercado
Para Daniel Addario, de Addario Inmobiliaria, “el Parque Saavedra es uno de los más antiguos de la ciudad y su historia marcó el desarrollo del barrio. Siempre fue un punto de encuentro y hoy combina actividad deportiva, recreativa y social”.
Vista hacia la General Paz y a pocas cuadras se observan los edificios de la zona conocida como Polo DOT, también en el barrio de Saavedra (Foto: Addario Inmobiliaria)
Addario subrayó que el crecimiento de la oferta gastronómica acompañó el aumento de la demanda residencial. “En los últimos años surgieron polos comerciales muy activos, con cafés de especialidad y locales atendidos por sus dueños, que fortalecieron el sentido de pertenencia del barrio”, indicó.
En materia inmobiliaria, detalló los valores actuales del mercado:
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Departamentos en pozo: entre u$s2.400 y u$s3.500 por m2, con algunos emprendimientos puntuales que alcanzan u$s4.300 por m2, según el estado de avance de la obra.
Departamentos a estrenar: valores entre u$s2.500 y u$s3.500 por m2.
Departamentos usados: en buenos edificios con amenities y estado óptimo, se convalidan precios de u$s2.800 por m2.
Addario explicó que estos valores, aunque todavía se ubican levemente por debajo de los de Núñez o Belgrano, “tienden a igualarse a medida que crece la demanda por viviendas con servicios y espacios verdes cercanos”.
Un departamento en venta en la zona
La oferta de casas también es abundante, con unidades que combinan arquitectura tradicional y construcciones nuevas. En el entorno del parque, los valores varían según superficie, ubicación y estado, pero los precios se acercan a los del corredor norte.
Por qué se elige Saavedra
Addario destacó que Saavedra se consolidó como un destino residencial de alta calidad. “Hace unos años, un estudio universitario determinó que Saavedra y Núñez encabezan el ranking de calidad de vida de la Ciudad, por factores como seguridad, espacios verdes, educación y salud”, comentó.
Además, su ubicación estratégica lo convierte en un punto de conexión clave. Señaló: “Tiene acceso directo a la autopista Panamericana y a la avenida General Paz, además de la estación Luis M. Saavedra del ferrocarril Mitre, que conecta con Retiro en 20 minutos".
Calles tranquilas y presencia "verde" son protagonistas allí
El barrio atrae tanto a familias como a jóvenes profesionales que buscan equilibrio entre tranquilidad y conectividad. “Predominan las casas bajas y los entornos apacibles, con amplios espacios verdes alrededor. Es un lugar que combina la calma barrial con servicios completos”, describió Addario.
Ventajas y desafíos de vivir junto al parque
Entre los principales beneficios de residir en la zona, Addario mencionó “la posibilidad de disfrutar de un entorno verde, ideal para actividades al aire libre, y una oferta gastronómica en expansión que diversifica la vida barrial”.
Por la Avenida García del Río que sale del Parque Saavedra hasta la Avenida Cabildo conviven nuevos edificios y locales gastronómicos que tientan la demanda joven
Paikin coincidió en que “la calidad de vida es el gran diferencial”, pero advirtió que “los altos precios de las propiedades pueden ser una barrera para familias con presupuestos más ajustados”.
El barrio también enfrenta desafíos urbanos. La construcción de nuevos edificios en torno a la avenida García del Río y la escasa conectividad subterránea son los principales. “La falta de una línea de subte en el barrio limita el transporte público, aunque las cabeceras de las líneas B y D están relativamente cerca, en Villa Urquiza y Belgrano”, apuntó Addario.
Aun así, la zona mantiene su atractivo. En Cabaprop figuran más de veinte obras en curso, lo que muestra un crecimiento sostenido del interés por el área.













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