19 de octubre 2020 - 00:00

Buscan impulsar el cultivo y desarrollo productivo del cáñamo

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El cannabis entró definitivamente en la agenda legislativa. La Diputada Nacional Mara Brawer (Frente de Todos), presentó un proyecto de ley que busca impulsar el cultivo y desarrollo productivo del cáñamo, una variedad de la planta de cannabis que no posee propiedades psicoactivas ni psicotrópicas. “El proyecto (que cuenta con las firmas de los Diputados y Diputadas de los distintos bloques de la Cámara) busca posicionar a la Argentina como uno de los países productores de cáñamo industrial, aprovechando sus múltiples utilidades para producir bienes textiles, aceites con alto contenido en ácidos grasos esenciales como el omega 6, bioetanol y celulosa de papel entre otras. Esta industria tiene la capacidad de adicionar valor agregado en diferentes eslabones productivos y generar empleo genuino en el ámbito agropecuario”, asegura Brawer.

Actualmente el cultivo de cáñamo se desarrolla en distintos países del mundo como Australia, Alemania, Canadá, Chile, Dinamarca, China, Francia, Estados Unidos, Japón, Suiza y Uruguay, entre otros.

Periodista: ¿Cómo surgió el interés por trabajar en una legislación sobre el tema?

Mara Brawer: A partir del debate del cannabis medicinal empezaron a llegar al despacho distintos proyectos de empresarios y emprendedores que querían plantear el tema del desarrollo industrial del cáñamo. A través de ellos me enteré que existen distintas variedades del cannabis que por su forma genética producen niveles muy bajos de THC. O sea que esto no tiene nada que ver con el tema drogas, sino con un desarrollo industrial. Me puse a investigar el marco legal y este tema está presente ya desde la Convención Única sobre Estupefacientes de Naciones Unidas de 1961 que exceptúa al cáñamo industrial. A partir de ahí entré en contacto con los Ministerios de Industria y Agricultura. Ambos me manifestaron que estaban muy de acuerdo en desarrollar este cultivo por sus potencialidades económicas.

P.: ¿Puede llegar a ser la Argentina uno de los países líderes en la región en producción de cáñamo industrial?

M.B.: Claro que sí. En nuestro país tenemos el clima y el terreno para desarrollar el cáñamo industrial. Fijate que sin que exista la industria en la Argentina ya existen organizaciones, como Proyecto Cáñamo, que vienen trabajando e investigando este tema. Te pongo un ejemplo, en la última sesión que tuvimos en el Congreso estrené mis anteojos hechos de cáñamo. Ya ves que ya hay empresarios que están haciendo cosas y necesitan salir de esta ilegalidad por un verdadero sin sentido. El cáñamo no tiene nada que ver con un tema de drogas, que haya una variedad de la planta que tenga principios psicoactivos no puede limitar el enorme potencial de una variedad que no lo tiene.

P.: ¿Qué le aporta la industria al sistema productivo doméstico?

M.B.: Por un lado, el aporte fundamental del cáñamo industrial es algo que en este siglo y en las circunstancias que está viviendo el mundo tiene que ser prioridad y es el tema ecológico. Este es un cultivo que tiene huella de carbono negativa y que cumple con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la agenda 2030, establecida en el ámbito de la Organización de las Naciones Unidas a la que nuestro país se encuentra adherido. Además, este cultivo tiene la capacidad de funcionar como remediador y recuperador de suelos contaminados, dada su capacidad de extraer contaminantes y radiación. Y, como si fuera poco, su cultivo no necesita agrotóxicos.

P.: ¿Cuál es el real potencial del cáñamo industrial?

M.B.: Su potencial es enorme. Puede desde suplantar al plástico, y a la fibra de vidrio hasta aprovecharse en la industria alimenticia. Puede usarse en suplementos dietarios, ya que del cáñamo se extraen 8 aminoácidos esenciales que nuestro cuerpo no produce y tiene que consumir. Pueden producirse alimentos para poblaciones desnutridas o adultos mayores. También se usa para fabricar autopartes para la industria automotriz, materiales de construcción y celulosa para papel, cartón o envoltorios.

P.: ¿Cuáles cree que son los temas y/o debates que hay que poner en agenda a corto y mediano plazo?

M.B.: Creo que el principal debate es poder entender de qué hablamos cuando hablamos de cáñamo industrial. Así como la población entendió que el uso del cannabis medicinal no es lo mismo que el recreativo, los medios, los diputados y la industria tenemos que entender que el cáñamo industrial es una oportunidad para el desarrollo sustentable. Hablamos de industria y no de otra cosa. Superado y entendido ese debate es pura ganancia para el país. Desarrollar el cáñamo industrial es una oportunidad para generar trabajo, industrias novedosas que suman a la economía.

L. F.

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